¿Qué fue la Reforma Protestante?

La Reforma Protestante comenzó en Wittenberg, Alemania, el 31 de octubre de 1517, cuando Martín Lutero, profesor y monje, publicó un documento al que llamó 95 tesis. El documento era una serie de 95 ideas sobre el cristianismo en las que invitaba a debatir con él. Estas ideas fueron controvertidas porque contradecían directamente las enseñanzas de la Iglesia católica.

Las declaraciones de Lutero cuestionaron el papel de la Iglesia católica como intermediaria entre las personas y Dios, abordando específicamente el sistema de indulgencias, que en parte permitía a las personas adquirir un certificado de perdón por el castigo de sus pecados. Lutero argumentó en contra de la práctica de comprar o ganar el perdón, creyendo en cambio que la salvación es un regalo que Dios da a quienes tienen fe.

¿Quiénes participaron en la Reforma Protestante?

La objeción de Lutero al sistema de indulgencias abrió el camino para otros desafíos a la doctrina católica en toda Europa. Por ejemplo, Juan Calvino en Francia y Hurric Zwingli en Suiza propusieron nuevas ideas sobre la práctica de la Sagrada Comunión, y un grupo llamado Anabaptistas rechazó la idea de que los niños deberían ser bautizados en favor de la noción de que el bautismo estaba reservado sólo para cristianos adultos. .

La Biblia de Lutero de 1534 fue traducida del latín al alemán

¿Cuál fue el objetivo principal de la Reforma Protestante?

En términos generales, la mayoría de los desafíos a los que se enfrentaba la Iglesia Católica giraban en torno a la noción de que los cristianos individuales deberían ser menos dependientes de la Iglesia Católica, y de su Papa y sus sacerdotes, para su guía espiritual y salvación. En cambio, los cristianos protestantes serían independientes en su relación con Dios, asumiendo la responsabilidad personal de su fe y refiriéndose directamente a la Biblia, el libro sagrado cristiano, en busca de sabiduría espiritual.

¿La Reforma Protestante sólo ocurrió en Alemania?

No, la Reforma Protestante comenzó en Alemania, con Martín Lutero, pero se extendió a varios otros países de Europa. Uno de los países más afectados fue Inglaterra. En el país, la Reforma comenzó con el rey Enrique VIII, en 1534. El motivo fue que el Papa no le concedió la nulidad matrimonial.

En consecuencia, el rey Enrique rechazó la autoridad del Papa y asumió la autoridad sobre la Iglesia de Inglaterra, un tipo de iglesia híbrida que combinaba doctrinas católicas e ideas protestantes. Durante los siguientes 20 años, hubo agitación religiosa en Inglaterra, hasta que la reina María I (1553-1558) restableció el catolicismo en Inglaterra, mientras perseguía y exiliaba a los protestantes. Este fue sólo un intento, ya que la reina Isabel I y su parlamento decidieron devolver el país al protestantismo durante su reinado (1558-1603).

Pintura de Enrique VIII, rey de Inglaterra en la época de la Reforma Protestante

¿La Reforma Protestante sólo afectó a Europa?

No, el impacto de lo que comenzó en Europa también afectó al Nuevo Mundo. Algunos ciudadanos ingleses no creían que los esfuerzos de la reina Isabel I por restaurar el protestantismo en Inglaterra llegarían muy lejos. Estos se dividieron en dos grupos. El primero se hizo conocido como separatista y creía que la Iglesia de Inglaterra era tan corrupta que la única opción era dejar el país separado de la iglesia y comenzar una nueva iglesia. La llamaron la Iglesia Separatista Inglesa.

Alrededor de 1607 y 1609, algunos separatistas intentaron empezar una nueva vida en los Países Bajos. Sin embargo, el esfuerzo fracasó debido a la pobreza y la percepción de que los niños asimilaban demasiado de la cultura holandesa. Luego, muchos separatistas regresaron a Inglaterra.

En 1620, se prepararon para un segundo intento de establecer una nueva vida e iglesia. Navegaron a bordo del Mayflower hacia Nueva Inglaterra y finalmente aterrizaron cerca de Plymouth, Massachusetts. Después de un tiempo, se les conoció como “Peregrinos”.

El otro grupo de ciudadanos ingleses que no pensaban que los esfuerzos reformistas de la reina Isabel I fueran suficientes fueron llamados no separatistas; y, con el tiempo, recibieron el nombre de “puritanos”. No querían abandonar la Iglesia de Inglaterra, sino sólo reformarla eliminando los restos del catolicismo. A pesar de esto, algunos puritanos vieron la emigración a Nueva Inglaterra como la mejor oportunidad para una verdadera reforma de la iglesia y la libertad de culto. En 1630, una década después de que los peregrinos zarparan, los primeros puritanos viajaron al Nuevo Mundo y establecieron la Colonia de la Bahía de Massachusetts en Boston, Massachusetts.

Aunque los separatistas y los no separatistas no estaban de acuerdo acerca de cortar los lazos con la Iglesia de Inglaterra, ambos grupos de colonos norteamericanos compartían la insatisfacción con la iglesia y la mentalidad de que eran libres de establecer una iglesia más acorde con su visión espiritual. Aunque predecible, esta libertad de practicar la religión según las creencias individuales llevó a la creación de innumerables iglesias, denominaciones y doctrinas diferentes en las colonias. A lo largo de la historia, esta diversidad también ha dado lugar a desacuerdos.

Sin embargo, esta diversidad religiosa también se ha convertido en una parte esencial de la identidad de Estados Unidos. La Declaración de Derechos prohíbe explícitamente “el establecimiento de una religión o la prohibición del libre ejercicio de la misma”. Con raíces en la Reforma Protestante, se ha convertido en una parte importante y duradera de la mentalidad estadounidense.

La Masacre de San Bartolomé fue uno de los conflictos ocurridos entre católicos y protestantes

¿Qué hizo la Iglesia Católica contra la Reforma Protestante?

La Iglesia católica tardó en responder sistemáticamente a las innovaciones teológicas y publicitarias de Lutero y otros reformadores. El Concilio de Trento, que se reunió varias veces entre 1545 y 1563, articuló las respuestas de la iglesia a los problemas que desencadenaron la reforma y a los propios reformadores.

La Iglesia católica de la era de la Contrarreforma se volvió más espiritual, literaria y educada. Las nuevas órdenes religiosas, en particular los jesuitas, combinaron una espiritualidad rigurosa con un intelectualismo de mente abierta, mientras que místicos como Teresa de Ávila inyectaron pasión en las antiguas órdenes. Las inquisiciones, tanto en España como en Roma, fueron reorganizadas para combatir la amenaza de la herejía protestante.

El Tratado de Westfalia fue uno de los acuerdos de paz que pusieron fin a la Guerra de los Treinta Años

¿Cuáles fueron las consecuencias de la Reforma Protestante?

Junto con las consecuencias religiosas de la Reforma y la Contrarreforma vinieron cambios políticos profundos y duraderos. La nueva libertad política y religiosa del norte de Europa tuvo un alto costo, con décadas de rebeliones, guerras y persecuciones sangrientas. La Guerra de los Treinta Años por sí sola puede haberle costado a Alemania el 40% de su población.

La ruptura con Roma también desencadenó la transición de países católicos a países protestantes, como es el caso de Inglaterra. Otros acontecimientos incluyen la disolución de monasterios y muchas rebeliones.

Las repercusiones positivas pueden verse en el florecimiento intelectual y cultural que inspiró a todos los lados de la división: en el fortalecimiento de la unidad europea, la música de la Iglesia Luterana de J. S. Bach, los altares barrocos de Pieter Paul Rubens e incluso en el capitalismo de los comerciantes calvinistas holandeses.

¿Qué importancia tiene hoy la Reforma Protestante?

La Reforma Protestante dio como resultado algunos beneficios que tenemos hoy y que muchas veces no asociamos con el hecho de que están relacionados. Uno de ellos es la libertad de expresión. Aunque no fue un punto abordado directamente por Lutero, insistió en que toda autoridad humana es temporal y que la conciencia sólo puede ser ofrecida por la Biblia y el Espíritu Santo. De esta manera, los cristianos tuvieron la oportunidad de cuestionar prácticas previamente aceptadas por la iglesia, como la esclavitud, por ejemplo.

Otro punto es que Lutero y otros protestantes tuvieron la audacia de resistir a un gobierno hostil, desafiándolo. Es importante recordar que la mayoría de los países en la época de la Reforma todavía vivían bajo el sistema monárquico. Este fue uno de los pasos que condujeron a la democracia actual que disfrutamos.