Puertas Abiertas • 21 dic. 2020
El nivel de violencia contra los cristianos es extremo, pasando de 9,6 en 2018 a 13,7
Malí era un país relativamente tolerante para los cristianos, debido a su mayor historial de libertades democráticas y civiles en comparación con otros países de mayoría musulmana de la región. Sin embargo, la guerra civil y la oportunidad que brindó a los grupos militantes islámicos ha cambiado la situación y representa un grave riesgo y un desafío para los cristianos.
Identificamos que todas las esferas de la vida muestran niveles de presión altos o severos, marcando por encima de 8 puntos. Las esferas más afectadas son la comunidad (12,8) y la iglesia (11,7). El nivel de violencia contra los cristianos es extremo, con 13,7 puntos. Con excepción de la esfera familiar, todos los demás muestran puntuaciones de nivel alto o severo. ¡Entiende el ranking!
La persecución de las mujeres y hombres cristianos en el país
Muchas niñas y mujeres cristianas son objeto de abusos sexuales, matrimonios forzados y precoces, y no tienen acceso a la educación. Esto es común principalmente en el noreste del país. Aunque existen leyes nacionales que protegen a las niñas y las mujeres en general, las normas y prácticas tradicionales y culturales hacen que las mujeres sean más vulnerables a ese tratamiento.
Entre ellos están el matrimonio precoz y la poligamia forzada, y la mutilación genital femenina. Como resultado, algunos cristianos enfrentan traumas, pierden la confianza en las autoridades y su fe se debilita.
En cuanto a los hombres, los jóvenes son objeto de secuestros, conversiones forzadas y reclutamiento en las milicias en el noreste del país. Esto tiene un efecto devastador en las familias y los cristianos que están traumatizados por tales persecuciones.
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