Persecución de cristianos en Corea del Norte.

En el país donde se debe adorar al líder, los adoradores de Jesús son vistos como un peligro y una amenaza para el estado.

Puertas Abiertas • 6 sep. 2020


Nuestros hermanos norcoreanos, que viven en un contexto de absoluta opresión, cuentan con tus oraciones.

Nuestros hermanos norcoreanos, que viven en un contexto de absoluta opresión, cuentan con tus oraciones.

Corea del Norte ha sido el país número uno en la Lista Mundial de Persecución desde 2002. Esto clasifica a la nación como el país más cerrado del mundo al evangelio y donde es más difícil vivir como cristiano. Para comprender la dinámica de la persecución a los cristianos, es necesario conocer qué tipos de persecución prevalecen en el país. Estos son: opresión comunista, poscomunista y paranoia dictatorial.

Si bien, en teoría, Corea del Norte sigue siendo un país comunista, en la práctica lo que predomina es el culto a la personalidad del líder. Sin embargo, como el país todavía se rige de acuerdo con las costumbres administrativas comunistas, este sigue siendo el principal tipo de persecución. Además, el énfasis del líder se está moviendo del ejército al Partido de los Trabajadores de Corea. También muestra que el poscomunismo todavía tiene una gran influencia. El resultado del VII Congreso del Partido de los Trabajadores de Corea en mayo de 2016 (el primero después de 36 años) no cambió nada visiblemente, ni económica ni ideológicamente.

Observa a continuación cómo se formó la puntuación de Corea del Norte en la Lista de persecución mundial 2020.

Corea del Norte es un claro ejemplo de un país dominado por la paranoia dictatorial. La paranoia dictatorial se refiere a la dictadura irrestricta de los gobernantes del país. Desde 1948, Corea del Norte ha sido gobernada por la familia Kim, cuyo gobierno está ahora en la tercera generación. Todo el mundo tiene que reverenciar el liderazgo y debido a este culto a la personalidad del líder, el presidente Kim Jong-un es una figura insustituible en la sociedad.

Aunque el poder del actual presidente no es tan absoluto como el de su padre y su abuelo, nadie puede cuestionar su autoridad. Kim Jong-un consolidó su estatus a través de la energía nuclear. Esta reverencia y adoración como dios no deja lugar para ninguna otra religión y, cualquiera que se atreva a reverenciar a cualquier otra cosa que no sea la dinastía Kim, es visto como una amenaza para el estado. El título oficial del presidente es: "Estimado y respetado camarada Kim Jong-un, presidente del Partido de los Trabajadores de Corea, presidente del Comité de Asuntos Estatales de la República Popular Democrática de Corea y Comandante Supremo del Ejército Popular de Corea".

El Estado es la principal fuente de persecución.

Kim Jong-un cambió el juramento nacional, acortando las referencias a los logros de su padre y su abuelo y dando un énfasis adicional a sus propios actos, mostrando claramente su consolidación en el poder. En octubre de 2017, Kim Jong-un ascendió a su hermana al Politburó (comité central del Partido Comunista), llevándola a la élite política del país. También participó en los Juegos Olímpicos de Invierno en Corea del Sur y en varias reuniones. Esto enfatiza la realidad de Corea del Norte, donde gobernar el país y el Partido es un negocio familiar, aunque no quiere decir que tenga poder propio.

La principal fuente de persecución en Corea del Norte es el propio Estado, en la figura del gobierno y del partido. Los cristianos no solo siguen siendo considerados peligrosos y su religión como el "opio del pueblo" (como dice la ideología comunista clásica), sino que también son parte de la clase hostil según el sistema de estratificación social llamado Songbun.

Debido al constante adoctrinamiento que impregna a todo el país, los vecinos denuncian actividades sospechosas a las autoridades. Incluso la propia familia entrega a un cristiano a la policía. Los niños, de manera especial, pueden creer más fácilmente lo que se les adoctrina y por lo tanto renunciar a sus propios padres, convencidos de que están haciendo lo correcto. Por esta razón, muchos padres prefieren no contarles a sus hijos sobre su fe en Cristo.

Escape de Corea del Norte.

Las deserciones se mantienen en un nivel estable; el número de norcoreanos que llegaron con éxito a Corea del Sur en 2018 fue de 1.137, un aumento de solo 10 fugitivos en comparación con 2017. Particularmente interesante es el hecho de que el 85% de todos los desertores en 2018 fueron mujeres, lo que confirma una tendencia a largo plazo; una razón de esto es el hecho de que las mujeres generalmente tienen más libertad de movimiento, si no se las espera en un lugar de trabajo definido.

Otra razón, es el triste hecho de que las mujeres son el principal objetivo de los traficantes de personas, ya sea por trabajo o por matrimonio. China continuó manteniendo su frontera con Corea del Norte estrictamente cerrada y monitoreada. Los informes dicen que, los agentes del servicio secreto de Corea del Norte, se están infiltrando en las iglesias chinas y surcoreanas en China. Además, el gobierno chino también está tomando medidas enérgicas contra los ciudadanos coreanos en China y los chinos de origen coreano, lo que está afectando las redes de refugiados Norcoreanos.

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