Niño de ocho años muere tras una golpiza por ser cristiano

Khristopel, un niño de ocho años, era amable y cariñoso, pero su vida fue trágicamente interrumpida. Murió tras ser brutalmente agredido por compañeros mayores en la escuela, en Indonesia. Todo porque era seguidor de Jesús.

El niño cristiano, llamado cariñosamente Khris por su familia, tenía ojos brillantes, un corazón cálido y muchos sueños. Le encantaba andar en bicicleta, jugar con su hermanita Mika y ayudar a su mamá en casa. Soñaba con ser soldado cuando creciera, un protector de los necesitados. Era uno de los pocos niños cristianos en su escuela primaria en Indonesia.

Una tarde, Khris llegó a casa con la ropa sucia de tierra y la llanta de la bicicleta pinchada. Cuando su papá, Gimson, le preguntó qué había pasado, él respondió que un amigo le había pinchado la llanta con una aguja y que la ropa se había ensuciado porque se había caído. Pero Gimson notó que algo no estaba bien.

Dolor creciente e incesante

Al día siguiente, Khris regresó a casa más temprano de lo normal. Desde ese día, el niño comenzó a quejarse de dolores en el estómago. Su caminar se volvió lento, encorvado. Hacía muecas de dolor y se sujetaba el abdomen. Por la noche, apareció la fiebre. La familia no lo llevó de inmediato al médico. Normalmente, cuando se enfermaba, bastaba con dormir, comer un poco, y pronto mejoraba.

Pero esta vez no mejoró. Más tarde ese mismo día, un compañero de Khris reveló que se trataba de acoso escolar. “¡Tu Dios, Jesús, tiene el cabello largo! ¡Se ve raro!”, se burlaron los chicos mayores. Khris, en defensa de lo que consideraba sagrado, golpeó a uno de ellos. Y en respuesta, fue brutalmente agredido. Le golpearon la espalda, los hombros y la cabeza. Uno de los niños incluso le dio un rodillazo en el estómago —de ahí venía el dolor que sentía.

Gimson confrontó ese día a los padres de los agresores y a los profesores. Ellos admitieron la agresión y se comprometieron a ayudar con la recuperación. Gimson llevó a su hijo a emergencias. Los médicos descubrieron que la zona alrededor del estómago, el plexo solar, estaba gravemente infectada. Khris comenzó a vomitar sangre.

A las 2:10 a.?m. del 26 de mayo, exactamente una semana después del ataque, Khristopel dio su último suspiro. Se le realizó una autopsia antes del entierro. La policía sigue investigando el caso, que también ha atraído la atención nacional.

Se fue, pero nunca será olvidado

“Aún plancho su ropa y canto alabanzas como antes. Puede parecer que estoy bien, pero por dentro estoy destrozada. Cambiaría toda la ayuda que hemos recibido por un solo día más con él”, cuenta la mamá de Khris. Su papá añade: “Era un niño bueno, hermoso. Nunca quiso ser una carga. Solo quería servir. Su sueño de ser soldado se fue”.

Gimson expresó su gratitud por el apoyo recibido de los socios locales de Puertas Abiertas. “Gracias por venir hasta aquí para ayudarnos y apoyarnos. Por favor, oren para que podamos encontrar fuerzas para aceptar esta realidad. Esperamos que nuestro hijo, Khris, sea recordado por muchos y que una tragedia como esta no vuelva a suceder”, concluyó.

Peticiones de oración

• Ora para que la paz de Dios envuelva a los padres y a la hermanita de Khristopel mientras lamentan su pérdida.
• Intercede para que esta tragedia provoque un cambio en la escuela y en la comunidad. Que los corazones sean tocados y que el acoso motivado por la intolerancia religiosa termine.
• Clama por los niños que enfrentan discriminación o violencia a causa de su fe o por ser diferentes.