Niña etíope transforma su vida al conocer a Cristo

África es un continente con muchas caras, lo que resulta en diversas creencias religiosas. A pesar que algunos de sus países adoptan el cristianismo como religión principal, hay tradiciones tribales que permanecen con mucha fuerza. En este escenario, los niños son extremadamente influenciados por sus familias y comunidades. Este es el caso de Berhane*, que nació en una familia de devotos Waqafeta, en Etiopía.

Ellos creen en el dios Waaqaa, siendo parte de una religión tradicional entre los oromas, un pueblo local. Mientras crecía, Berhane dedicaba su tiempo libre sirviendo al kalicha, un mensajero del dios Waaqaa. Esto resultó en regulares y aterrorizantes pesadillas con espíritus que querían hacerle daño. Además, los dolores de cabeza constantes también la sacaron de la escuela por largos períodos.

En una de esas veces, ella escuchó a sus vecinos cristianos cantando una alabanza. A pesar de su odio, la canción adentró a su corazón sin que pudiera darse cuenta. Después, escuchó el evangelio en la escuela, pero continuó resistiendo. Un día, durante una adoración con el kalicha, ella habló las palabras del himno cristiano. Eso fue confuso y perturbador, pero finalmente este hecho raro hizo que Berhane entregara su vida a Cristo.

Consecuencias de seguir a Jesús

Esta decisión tuvo resultados severos. Su familia la expulsó de casa y se negó a tener cualquier tipo de contacto con ella por muchos años. Es difícil para una chica sobrevivir a la expulsión de casa en comunidades tradicionales. Fue necesaria la gracia extraordinaria de Dios para que Berhane permaneciera firme. Una familia cristiana la acogió, así que ella tenía un lugar seguro para quedarse y alimento para comer, pero su corazón se llenó de dolor por no estar junto a sus padres.

Ella decidió dedicar tiempo para aprender más sobre Jesús y orar por su familia. Mientras crecía en el conocimiento de Cristo, su amor por él se fortalecía. Finalmente, Berhane se convirtió en una evangelista en áreas peligrosas. "Yo llego a lugares con el evangelio donde nadie se atreve a ir. Incluso pastores de iglesias no se arriesgan a ir allí y comenzar un trabajo. Yo voy y entonces vienen después. Pero Dios es mi pastor, él camina conmigo ", declara.

Este coraje ha valido la pena. Aunque era sólo una adolescente, Berhane ha ayudado a plantar nueve iglesias. Una de ellas en un área extremadamente hostil. "Dios ha realizado un milagro y hay una gran iglesia ahora". Ella ora fervorosamente para que más personas se unan a esta importante misión. "Es mucho trabajo para mí. "Ore para que Dios supla todas nuestras necesidades para cumplir ese ministerio", concluye.

* Nombre cambiado por seguridad.

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