Nigeria: Mujeres secuestradas permanecen vivas gracias a la oración y el ayuno

La semana pasada comenzamos a contar la historia de Amina, cristiana que se enfrenta a las consecuencias de la violencia y el terror del grupo extremista Boko Haram en Nigeria.

Ella y su familia llevan las marcas de los ataques que han llegado a definir la persecución contra los cristianos en Nigeria. Si aún no leíste la primera parte de esta historia haz click aquí para conocer a Amina ahora.

Secuestradas en medio del camino

El 20 de junio del 2017, cinco años después del ataque a su familia que acabó con la vida de su esposo, Amina viajaba con otras 15 personas, 10 mujeres y 5 hombres, a un funeral. "Estábamos charlando dentro de la camioneta", recuerda Amina. "y de repente, escuchamos disparos".

Era Boko Haram de nuevo. "Los militantes empezaron a disparar hacia la camioneta, rápidamente nos metimos debajo del carro. Sólo dije: ¡Jesús, ten piedad de mí! Señor, si muero hoy, ¿qué pasará con mis hijos? Me prometiste que me quedaría con ellos y esa es la razón por la que no morí aquella vez, ¿por qué ahora? Señor, haz tu voluntad".

Amina recuerda cómo se quedó en silencio, orando el Salmo 118:17: "No he de morir; he de vivir para proclamar las maravillas del Señor".

Cuando cesaron los disparos, los militantes habían matado al conductor y a todos los hombres que estaban en la camioneta. Amina sufrió tres heridas de bala. "Después de eso, mi mente se apagó. Estava totalmente inconsciente, como si estuviera muerta", dice.

Cuando se despertó, estaba en el bosque de Sambisa, un conocido escondite del Boko Haram. Los insurgentes estaban tan bien organizados que operaron a Amina para extraerle las balas y cuidaron sus heridas. 

Orando en cautiverio

Durante las cinco semanas siguientes, Amina cuenta que, junto con las demás mujeres capturadas, dedicaron gran parte de su tiempo a la oración y al ayuno. 

En cautiverio, el Boko Haram amenazó a las mujeres para que  abandonaran su fe: "Ellos solían enviar a su Imán (maestro musulmán) para predicarnos y doctrinarnos sobre el islam, y después de sus discursos, el mismo preguntaba: ¿Quién de ustedes quiere renunciar a Cristo para obtener su libertad nuevamente y convertirse en nuestras mujeres?". 

Con valentía, las mujeres se unieron y rechazaron una y otra vez las propuestas de sus secuestradores, sabiendo que cada negativa podía significar la muerte.

"Por su gracia, todas unimos nuestros corazones y dijimos: No vamos a renunciar a Jesús. Para nosotras el vivir es Cristo, y el morir es ganancia", dice Amina. 

Los años de estudio de la Biblia ayudaron a Amina a mantenerse firme en su fe durante el cautiverio. "La Biblia dice que hay que enseñarle al niño la Palabra de Dios cuando aún es pequeño y cuando crezca jamás se olvidará de ella", dice. "Llevamos a cabo muchos cultos de oración con los versículos que habíamos aprendido y memorizado cuando éramos más jóvenes".

Amina admite que hubo momentos en los que tuvieron miedo, especialmente cuando las fuerzas armadas nigerianas aumentaron su presencia en el bosque y atacaron los campamentos de Boko Haram. "Una vez, un avión lanzó una bomba, había fuego por todas partes, ese día sentimos mucho miedo", dice Amina.

Amina viendo una foto de su familia. 

Negociando la libertad

Tras muchas negociaciones con el gobierno, las cristianas fueron finalmente liberadas.

"La gente me recibió muy bien y estaba muy emocionada por mi regreso. Vi a mucha gente aquí, mis hijos y sus amigos, gente de nuestra iglesia y vecinos. Todos vinieron a recibirme y llenaron mi casa. Todos estaban muy alegres. En ese momento, fui a la sala, me arrodillé y oré antes de salir para agradecer el cariño de la gente. Me puse a cantar una alabanza que dice: Por tu gracia estoy viva, por eso estoy cantando. Jehová salvó mi vida", añade. 

Amina pasó por el centro de asesoramiento postraumático de Puertas Abiertas y recibió ayuda para mantenerse firme en su fe a pesar de la persecución. El apoyo de hermanos y hermanas de todo el mundo también hizo posible que Puertas Abiertas ayudara a Amina a completar la construcción de su casa y le proporcionara alimentos esenciales durante la pandemia del COVID-19. 

"Puertas Abiertas me ha ayudado a ver el amor de Dios, sobre todo en el proceso de sanidad emocional ante los traumas que viví. Si no fuera por el amor de Dios, no podría haber obtenido todas estas cosas. Ustedes han demostrado su amor cuidando a los que sufren, a los que están traumatizados, a los que tienen problemas. Nos hacen ver que Dios es real", comparte la cristiana.

Boko Haram ha cambiado para siempre la vida de Amina. Pero gracias a la provisión de Dios a través de tu apoyo, las cicatrices físicas y emocionales siguen sanando en Amina y su familia. Sus cicatrices los han acercado aún más a Cristo.

"Ahora sólo me centro en Dios y en mis hijos... todas estas cosas que me han pasado, me hacen acercarme a Él, cada vez más". Concluye la cristiana.

Amina leyenfo la biblia junto a sus hijos. 

Ora con Amina, Manga y Daniel

Amina pide a los cristianos de todo el mundo que oren con ella y sus hijos por las siguientes peticiones. 

• Oremos por sabiduría para mi familia, por protección y para que Dios siga dándonos corazones fuertes. No podemos olvidar lo que ha pasado, pero al menos podemos mantenernos fuertes.
• Oremos para que Nigeria ponga fin a esta amenaza causada por el Boko Haram. En todos los estados [del norte] de Nigeria, ningún lugar es seguro. Mi oración es para que Dios intervenga en todos los lugares que tienen este problema. Incluso oro por todos los lugares en el mundo, que no enfrentan la misma dificultad. 

Ayuda de emergencia para las viudas de Nigeria

La historia de Amina es muy común entre los cristianos de Nigeria. Para que puedan resistir la presión y la violencia, necesitan la oración y el apoyo de los hermanos y hermanas de todo el mundo. Ayuda a viudas de Nigeria para que tengan comida, vivienda y sus hijos tengan la oportunidad de estudiar. Sé un canal de la providencia de Dios.

*Nombres alterados por seguridad. Algunas citas fueron editadas para facilitar la lectura.