Nigeria: iglesias crecen después de ataques extremistas

El daño que Boko Haram infligió a las aldeas en el estado de Adamawa, Nigeria, marcó la vida de la población y las paredes de una iglesia.  Con manchas de sangre, los extremistas islámicos  consiguieron  asustar a los cristianos para que no volvieran a las reuniones. Las consecuencias de la violencia han sacudido la fe de muchas personas, incluyendo el pastor Marcus Abana: "Cuando uno camina con el Señor le pasan cosas así, hay una gran decepción, hay miedo y hay pérdida de confianza y esperanza. Honestamente puedo decirles que, en  aquel  momento, mi vida espiritual también fue sacudida”, revela.

Después de las visitas  que el pastor realizó con cada uno  de  los miembros de la iglesia,  ellos comenzaron a regresar  gradualmente a las reuniones, pero la tristeza  todavía era muy fuerte entre ellos. Luego, todos comenzaron a asistir a un seminario de  cura post  traumas y se les proporcionó  ayuda para sus necesidades básicas: "Puertas Abiertas también distribuyó alimentos a muchos porque no tenían alimentos almacenados. Y, no solo eso, sino que también les  ayudó con apoyo financiero". "Debido a las enseñanzas, muchas personas fueron alentadas y fortalecidas y así regresaron a la iglesia", testifica el pastor.

Cuando Marcus Abana recuerda a las personas que cometieron las atrocidades en todo el país, dice que no quiere corresponder con el mismo dolor que enfrentaron.  El mensaje que me gustaría hablar a los miembros de Boko Haram es: “Ante todo lo que ustedes han hecho, no pagaremos de la misma manera, solo  nos  volvemos a Cristo.  Ustedes mataron personas, robaron propiedades, destruyeron casas e incendiaron iglesias, pero Dios está dispuesto a perdonar todos  sus  pecados. Esa es la buena noticia que tengo hoy”.

El líder cristiano reconoce que Dios transformó el mal para bien. Las iglesias que alguna vez tuvieron 200 miembros han ganado más hermanos y hoy son 400. Las congregaciones en las aldeas han pasado de 100 personas a 500. “Antes del ataque de Boko Haram éramos débiles, pero después de eso nos volvimos muy fuertes en la fe.  No oramos para que Dios elimine la dificultad, sino que nos dé gracia para poder soportarla ", explica el pastor.

El líder cristiano agradeció las oraciones y contribuciones de hermanos y hermanas de diferentes naciones y alentó a todos. “Una cosa que quiero que los cristianos de todo el mundo sepan, si surgen tales dificultades, no se sientan desanimados, sino, enfrentan las dificultades con pura alegría. Donde sea que surja la persecución, el evangelio se extenderá más y más”, agrega.

Una petición especial de oración.

La situación en Nigeria es desafiante y uno de los problemas enfrentados es también una consecuencia de la desesperanza. Para las mujeres viudas y solteras, gran parte de la seguridad y la provisión están directamente relacionadas con el papel de los esposos, a quienes ya no tienen. Así que algunas están siendo "atraídas" por promesas de provisión y cuidado a hombres de otra fe, pero después del matrimonio se ven obligadas a convertirse. “Hemos estado yendo a los tribunales, e incluso a los líderes de las aldeas por casos de islamización y secuestro de algunas de nuestras niñas. En la mayoría de los casos, los jóvenes musulmanes les dan a las mujeres jóvenes ropa, comida y mucho dinero, y luego las obligan a convertirse al islam”, explica.

Con 80 puntos en el ranking, Nigeria ocupa la posición 12 en la Lista Mundial de la Persecución 2019. Además de orar contra la corrupción y el crimen organizado, también levanta un clamor por las  hermanas  allí  que se han enfrentado a la opresión islámica para encontrar la paz, el aliento y la esperanza en Cristo.