Puertas Abiertas • 17 sep. 2018
Casa Segura es un proyecto donde las mujeres pasan por rehabilitación emocional, física y espiritual
Hamida *, de Kirguistán, es una cristiana que durante más de 16 años no significó ningún tipo de problema para su marido, Amrid *, quién oscilaba entre seguir el islamismo nominal y el ateísmo. A pesar de estar casado con una cristiana, él veía una diferencia positiva en la vida de su amable y cuidadosa esposa, por lo que nunca se incomodó con sus actividades relacionadas a la iglesia o su fe en Cristo.
Sin embargo, con lágrimas en los ojos, Hamida compartió que todo cambió desde que su marido hizo la peregrinación a La Meca en 2017. "Parecía que él era otra persona después del viaje, se convirtió en un musulmán radical. Y lo que es más triste, su amor por mí se ha convertido en una actitud negativa o incluso odio, por una sola razón: el nombre de Jesús", contó la cristiana perseguida.
Hamida llegó a ser expulsada de casa por su marido y fue abrigada en la Casa Segura, que es un proyecto de Puertas Abiertas, donde las mujeres pasan por rehabilitación emocional, física y espiritual. Mientras estaba allí, Hamida recibía visitas de otras mujeres cristianas, oración y consejería. Su iglesia también la ayudó a obtener la documentación necesaria. Pero, a pesar de todos los cuidados brindados, ella continuaba muy estresada y triste por tres razones: No podía ver a sus tres hijos, no podía volver a casa y no sabía lo que iba suceder con ella.
La oración: nuestra mejor arma
Cuando Amrid firmó un acuerdo en el cual se comprometía a no golpear más a Hamida, caso contrario sería arrestado, ella regresó a casa. Sin embargo, ahora vive totalmente aislada, no puede ir a ninguna parte (mucho menos a la iglesia) y no puede recibir visitas de ningún cristiano. Por eso, no sabemos cómo está su situación actual. La única cosa que podemos hacer es orar por ella, para que Jesús esté muy cerca de su corazón.
Hay muchas otras mujeres cristianas que pasan por una situación similar a la de ella en Kirguistán, principalmente en el sur del país, donde las tradiciones islámicas son más fuertes. Muchas cristianas son agredidas físicamente, aisladas, encerradas en sus habitaciones por sus familiares musulmanes. En situaciones como esta, donde parece no haber ninguna salida tú oración es más necesaria que nunca.
* Nombres modificados por seguridad.
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