Madres perseguidas que no renuncian a enseñar la fe cristiana a sus hijos

Hoy celebramos el Día de la Madre junto a todas las mujeres que cumplen con amor, sacrificio y sabiduría esta misión tan especial y necesaria. Su demostración de fe, abnegación y protección transforma la vida de sus hijos.

Así como Eunice y Loida, madre y abuela de Timoteo, fueron conocidas por el legado de fe que creció en el corazón del amado pastor (2 Tim. 1:5), las cristianas Jina y Baldina son madres que comparten un legado de fe con sus hijos. Conoce estos testimonios a continuación:

Jina y el legado de la fortaleza

El pequeño Apo sólo tenía un año cuando su padre, Rober, fue secuestrado por extremistas en Siria. Tras años sin noticias, la madre de Apo, Jina, fue considerada viuda por la ley y tuvo que criar sola a su hijo.

Desamparada por el Estado y sin su esposo, Jina tuvo que encontrar fuerzas en Cristo para cuidar de Apo. Con la gracia de Dios y el apoyo de los Centros Esperanza, lo consiguió.  

Jina aprendió a ser manicura y con ello consiguió los recursos económicos que necesitaba. Apo es hoy un niño dulce que confía en el amor de Jesús. Incluso durante los terremotos que asolaron Siria este año, la familia se mantuvo firme en Cristo.

Un legado de protección

La separación entre personas que se aman es uno de los retos más dolorosos de la Iglesia perseguida. Sin embargo, para proteger la vida de sus hijos amenazados, las madres de Colombia dejan temporalmente a sus hijos en el refugio Hogar Cristiano.

La madre de Valentina tuvo que tomar esta dura decisión después de que crecieran las amenazas contra su hija por formar parte de la familia del pastor colombiano Francisco. En el refugio, jóvenes como Valentina reciben educación, alimentación y, sobre todo, la protección que la persecución religiosa impide ofrecer a las madres.

Baldina y el legado del altruismo

En el norte de Camerún vive una cristiana, Baldina, que renunció a sus derechos sociales como madre para proteger a su hijo. Hoy cuida de su esposo, que padece una enfermedad crónica, y del pequeño huerto que los sustenta.

En Camerún es tradición que, con el paso de los años, los hijos cuiden de sus padres y asuman la responsabilidad de mantener el hogar. Sin embargo, Baldina perdió a su hijo mayor en un ataque extremista y renunció a su hijo menor para que pudiera huir de los extremistas.   

Ora por estas mujeres de fe y por todas las madres cristianas perseguidas para que puedan compartir su fe, esperanza y amor en Cristo con sus familias. Intercede también por los niños que ya no pueden celebrar este día con sus madres. ¡Feliz Día de la Madre!

Haz un regalo a una madre perseguida

Puertas Abiertas trabaja en más de 60 países donde los cristianos son perseguidos para proporcionarles la ayuda que necesitan. Con una donación, les permites recibir alimentos, ropa, Biblias, medicinas y otras necesidades básicas.