Puertas Abiertas • 29 ene. 2020
Aditi continuará sus estudios gracias al apoyo de los cristianos de todo el mundo.
Puertas Abiertas convoca a todas las iglesias en América Latina a orar por los hermanos y hermanas en India. En esta nación, seguir a Jesucristo puede tener serias consecuencias. Aditi *, de 16 años, pronto notó la diferencia en el trato de sus vecinos. “Cuando elegimos convertirnos en cristianos, la gente de nuestro pueblo comenzó a burlarse de nosotros por abrazar una fe extranjera. Se negaron a tener contacto con nosotros”, dice. La familia, que ya era pobre, tuvo más problemas porque perdió el apoyo financiero de algunos de sus familiares. Como resultado el apoyo dado para los estudio de la adolescente fue interrumpido.
Los ingresos de la familia provenían de la agricultura, y al momento de la cosecha, el padre de Aditi sintió nuevamente el impacto de su conversión. No recibió ayuda de los vecinos, e incluso los intentos de contratar personas de la aldea fueron frustrados, ya que nadie en la aldea quería proximidad con la familia cristiana. “En muchas ocasiones le pregunté a Dios qué había hecho mal para provocar todo ese odio. Sentí que Dios estaba demasiado lejos de mi situación para entenderme. Mi esposa también dijo que se sintió amargada cuando miró las vidas de otras personas que florecían, a pesar de que no conocían a Dios ”, testifica el cristiano.
Gotas de esperanza
Con sus corazones afligidos y quebrantados, la pareja buscó a Dios en oración: “El Espíritu Santo me recordó que cuidaría de mi familia. Aprendimos a agradecer a Dios por su gracia y misericordia y por cada pequeña bendición en nuestras vidas ”. Pero las cosas empeoraron aún más cuando los aldeanos fueron a la casa familiar y le prohibieron usar los recursos públicos de la comunidad, como el agua. A pesar de tantas dificultades, los hermanos mantuvieron su fe y no dejaron de interceder por la conversión de los perseguidores.
Puertas Abiertas se puso en contacto con la familia y comenzó a ayudar con los gastos con los estudios de Aditi. “Siempre me sorprende cómo Dios obra de manera misteriosa para responder a nuestras oraciones y satisfacer nuestras necesidades. Todo este tiempo, el Señor solo quería enseñarnos cómo confiar en él, y ahora al final sabemos que él es digno de confianza. Nunca nos abandonó ni se avergonzó de nosotros”, reconoce la joven. Los cristianos todavía experimentan dificultades debido a su fe, pero mantienen la certeza de que Dios los está cuidando en cada detalle.
* Nombre cambiado por razones de seguridad.
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