Líder actual del Estado Islamico muere en Síria

El líder del Estado Islámico (EI), Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi, murió en esta madrugada durante la acción de las fuerzas especiales estadounidenses en Siria. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), 13 personas murieron, siete civiles (entre ellos 4 niños y 3 mujeres).

El líder yihadista se vio rodeado por los soldados de las Fuerzas Especiales, lo que le llevó a detonar los explosivos que transportaba. El piso del edificio donde estaba también fue destruido. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo en un discurso que el líder del EI "fue eliminado del campo de batalla", lo que hizo fue "un acto de cobardía", varios miembros de la familia de Al Qurayshi murieron con él.

Subió al poder

Tras la muerte del antiguo líder del EI, Abu Bakr al-Baghdad, en 2019, al-Qurayshi se convirtió en el jefe del grupo extremista. Cuando los yihadistas se referían a él, utilizaban nombres diferentes para complicar la identificación por parte del servicio de inteligencia estadounidense.
La información sobre la ubicación de Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi  valia 10 millones de dólares para el Estado de EE. UU.

En 2021, un reporte del Periódico "The Washington Post" aseguró que el líder del EI fue un espía del gobierno de Estados Unidos mientras estuvo en prisión a principios de la década de 2000. A través de él, se identificó a antiguos dirigentes del EI entre 2007 y 2008. Entregó nombres, números de teléfono y descripción de los comandantes.

Rastro de violencia y muerte

El mundo supo de la existencia del EI en 2014, cuando varios territorios sirios e iraquíes fueron invadidos por el grupo yihadista. La brutalidad de los extremistas era notoria en los vídeos que publicaban de ejecuciones de "enemigos", también eran responsables de secuestros y asesinatos a cristianos.

Según un informe de la BBC, el EI controlaba un área de 88.000 km² en el norte de Siria e Irak, gobernaba a casi ocho millones de personas y ganaba mucho dinero con la exploración de petróleo, la extorsión, los secuestros y los robos.

La caída del dominio del EI se produjo en marzo de 2019, cuando las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) declararon la completa eliminación del califato impuesto por los yihadistas en el territorio. Sin embargo, el grupo sigue activo en partes de Siria e Irak y tiene afiliados en países como Nigeria, Yemen, Afganistán y Filipinas.