Las pequeñas grandes alegrías de Youssif

Entre las cosas que dejan a Youssif alegre se encuentran: ir a la escuela, vivir en su ciudad natal y estar reformando su casa. Youssif tiene 18 años de edad y es de Qaraqosh, una de las ciudades de Irak que fueron tomadas por el Estado Islámico en 2014. El joven y su familia (padre, madre y tres hermanos) regresaron a Qaraqosh después de haber vivido tres años como refugiados, desplazados internos.

Él dice que cuando regresó tenía mucho miedo. “Pocas personas escogen regresar a sus ciudades en guerra por ser lugares sin esperanza, donde las casas e iglesias han sido destruidas. Pero nosotros decidimos reconstruir nuestra vida aquí y ahora estoy yendo a la escuela otra vez. Desde que empezamos a reconstruir nuestra casa, las cosas mejoraron. En muy poco tiempo, todo parecía estar mejor", afirma.

Youssif extraña a sus amigos, pues la mayoría de ellos dejó el país. Los domingos, él siempre va a la iglesia. Pero, no tiene muchas actividades sociales, entonces, él enfoca sus fuerzas pensando en el futuro. "No salgo mucho, no tengo una vida muy ocupada ni llena de cosas para hacer. Sin embargo, quiero salir adelante y, para ello, tengo que estudiar intensamente. A pesar de que el futuro continúe incierto, ahora tengo fe ", reflexiona.

"Nuestra fe nos ayudó a reconstruir"

Youssif reconoce que la vida puede ser muy difícil para los cristianos en Irak, pero también ve mucho coraje. "Nuestra fe es mayor de lo que pensamos. Descubrimos esto cuando estábamos reformando nuestras casas aquí en Qaraqosh. La vida puede ser dura, pero nuestra fe nos ha ayudado a reconstruir nuestras vidas.Todavía hay miedo, pues nuevos ataques pueden suceder. Pero, también hay coraje entre los cristianos que han elegido quedarse aquí. Si morimos, moriremos por Jesús ", concluye.

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