Las iglesias son comúnmente asaltadas por los carteles de drogas

Los cristianos perseguidos de México se vuelven blanco del narcotráfico debido a la percepción de que las iglesias y sus líderes tienen mucho dinero. Ellos creen que las iglesias representan una fuente de renta lista - los carteles pueden simplemente entrar, cerrar las puertas y pedir a la congregación que vacíe sus bolsillos. La práctica de los carteles de cobrar una tasa de la iglesia ya se ha vuelto común. Dagoberto Sosa Arriaga, líder cristiano de Tlapa, en el estado de Guerrero, fue obligado a pagar a los criminales para garantizar el uso de su iglesia con tranquilidad.

Chito Aguilar, de 62 años, ex narcotraficante que ahora lidera una iglesia, dice: “El pensamiento de los carteles es ‘si en la iglesia hay 40, 50 o 100 personas, ellas traerán dinero para ofrendar’. Así, las iglesias se convierten en un blanco fácil. Aquí en Ciudad Juárez, ocho asaltantes entran en una iglesia, uno o dos permanecen en la puerta y los demás empiezan a recoger los relojes, anillos, carteras y todo lo que tienen. Los cristianos son un blanco fácil para ellos”.

En la Lista Mundial de la Persecución 2018, de los 50 países en los que es más difícil ser cristiano, México es el número 39. Los analistas de Puertas Abiertas concluyeron que “la corrupción en todos los niveles de gobierno llevó a un aumento de la persecución. Los ataques más violentos ocurren cuando los cristianos son considerados una amenaza para el crimen organizado. Muchos pastores se enfrentan intimidación y amenazas de muerte – con el objetivo de silenciar sus ministerios”.