"LA PERSECUCIÓN ES PARTE DE LA VIDA CRISTIANA EN INDIA"

El hoy líder cristiano indio Vipur* tiene 46 años y conoció a Jesús después de un largo proceso de oración con un amigo que le presentó el evangelio. En aquel entonces, Vipur estaba con una enfermedad grave. "Cierto día fui con mi amigo a un culto y el pastor oró por mí. Después de seis meses, estaba completamente curado”.

Sin embargo, tan pronto como se bautizó, los demás amigos cortaron sus relaciones con Vipur. Incluso su esposa lo abandonó, llevando a sus dos hijas pequeñas junto. Pero, luego volvió a casa y se volvió interesada en el cristianismo. Después de seis meses, ella se bautizó, contra la voluntad de su familia. Vipur cuenta que fue un tiempo difícil, pero Dios fue fiel. "Cuando mis cuatro hermanos se enfermaron, yo oré por ellos y ellos también fueron sanados, convirtiéndose en seguidores de Jesús", cuenta el cristiano.

Socorrido y sostenido por el Señor

Vipur se convirtió en pastor de una iglesia que tiene incluso un edificio. Por eso, los hindúes empezaron a amenazarlo y a levantar rumores de que él convertía a las personas a la fuerza. Hasta que una noche, cuando regresaba de una reunión de ministerio, cayó en una trampa y fue golpeado cinco veces. Él consiguió correr a casa, y su esposa, con la ayuda de otros, lo llevó al hospital. Sin embargo, el hospital no tenía buenas condiciones de atendimiento y Vipur tenía miedo de morir, pues había perdido mucha sangre.

Fue ahí que un colaborador de Puertas Abiertas vino en su ayuda, lo llevó a un hospital mejor y pagó todos los gastos médicos. "Si ustedes como socios no hubieran posibilitado que él me ayudara, mi iglesia no tendría un pastor, mi esposa habría perdido a su marido, y mis hijos, el padre. Estoy vivo gracias a sus oraciones y a su apoyo", testimonia el cristiano.

Vipur todavía carga varios problemas de salud debido al ataque. Después también pasó por un intento de asesinato y convive con el desafío de perdonar al que intentó matarle. Pero no piensa en abandonar el ministerio o dejar su aldea. "Dios me dijo que me quedara y fuera fuerte. ¿Además, de qué me sirve huir? Dondequiera que vaya, la persecución espera por mí. La persecución es parte de la vida cristiana en la India. Yo creo en lo que el apóstol Pedro escribe en su segunda carta: 'Es bueno sufrir por el Señor' ", concluye.

Ora por Vipur y por todos los cristianos perseguidos en India.

* Nombre alterado por razones de seguridad.