La persecución a los cristianos en Yemen, país en guerra hace 5 años

Yemen enfrenta una profunda crisis humanitaria. Con cinco años de guerra civil, es un país al borde del colapso. El proceso de paz de Estocolmo que comenzó a fines de 2018 levantó la esperanza de que la guerra podría terminar a través de la mediación internacional para una solución política. Pero el hecho de que el proceso llegó a un punto muerto en agosto de 2019, con el colapso de la coalición anti-Houthi, complicó aún más la situación. Los antiguos aliados, como Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos se separaron, así como las milicias que apoyaron. Sin embargo, existe la esperanza de un cambio en el conflicto después del acuerdo de paz, firmado en noviembre de 2019, entre el Consejo de Transición del Sur (STC) y el gobierno reconocido por la ONU.

Un artículo publicado el 21 de noviembre de 2018 por la BBC cita datos de la organización Save the Children, que afirma que "alrededor de 85,000 niños menores de 5 años murieron de desnutrición en tres años de guerra en Yemen". La situación es generalmente peligrosa para los cristianos en Yemen, pero algunas áreas son particularmente amenazantes, como el Sur, donde hay una fuerte presencia de al-Qaeda. Los cristianos también indican que hay más presión en las regiones controladas por los chiítas hutíes en Occidente que en las áreas bajo el control del gobierno suní Hadi.

La persecución general en Yemen corresponde a la situación actual de guerra e ilegalidad, en la que los cristianos nativos son aún más vulnerables. La mayor parte de la comunidad cristiana está formada por cristianos nativos ex musulmanes. Ellos son los que experimentan los niveles más altos de persecución en el país, principalmente de la familia y la comunidad. Por otro lado, incluso en medio de la inseguridad de la guerra, hay informes de que el número de conversos al cristianismo está creciendo.

Además de la guerra, la persecución

Como puede ver en la imagen de arriba, la presión en todas las esferas de la vida está en un nivel extremo, y en las esferas de la nación y la iglesia la presión alcanzó su nivel máximo, 16.7 puntos. Esto es típico en países donde hay opresión islámica, que no deja espacio para ninguna actividad de iglesia abierta o adoración privada para los ex cristianos musulmanes. El puntaje de violencia fue relativamente más bajo entre los años 2018-2020, lo que no significa que la situación de los cristianos yemeníes haya mejorado. En el caos de la guerra civil, muchos incidentes no son reportados. También puede reflejar el hecho de que los conversos se han adaptado mejor a la situación de peligro, practicando la fe en un secreto aún mayor.

Los principales tipos de persecución presentes en el país son la opresión islámica, el antagonismo étnico y la paranoia dictatorial. La opresión islámica ocurre porque la Constitución establece que el Islam es la religión del estado y que la sharia (conjunto de leyes islámicas) es la base de toda la legislación. El proselitismo de cualquier fe que no sea el Islam está prohibido y los musulmanes tienen prohibido convertirse a cualquier otra religión. Los yemeníes que abandonan el Islam pueden enfrentar la pena de muerte.

El antagonismo étnico ocurre porque la sociedad yemení es muy tribal. Los líderes tribales a menudo hacen cumplir la ley y la justicia de acuerdo con sus tradiciones basadas en el Islam, independientemente de lo que diga la constitución o el gobierno. En el campo de la paranoia dictatorial, tanto el gobierno como las autoridades hutíes (en guerra por el poder) tienen un instinto de supervivencia muy fuerte. En las zonas controladas por los hutíes, se tomaron medidas contra personas o asociaciones consideradas como una amenaza para su autoridad.

Oremos por esta nación y también para que Dios fortalezca a cada cristiano en el país. Que la paz de Cristo reine en Yemen.