La Hermandad Musulmana invade una ciudad de Egipto

La acción del Estado Islámico (EI) en Irak y Siria es bien conocida por las personas. La mayoría sabe que miles y miles de cristianos tuvieron que huir de casa y refugiarse en otros países o en otras ciudades en su propio país. Lo que pocos saben es que unas 350 familias cristianas ya tuvieron que abandonar sus casas en la región del Sinaí, en Egipto, debido a la acción de un grupo extremista islámico.

Para los que huyeron de la pequeña ciudad de Alarixe, volver no es una opción, pues los que retornan pueden ser asesinados. Fue lo que sucedió con el marido de Hale y padre de Bishoy, 13, y Pablo, 8. Nabil, que era diácono de la iglesia, fue asesinado a tiros el 6 de mayo de 2017. Y él no fue el único. Ocho hombres cristianos murieron entre finales de 2016 y principios de 2017 en la ciudad.

La única salida es huir

Hale, que es de Alarixe, cuenta cómo ellos vivían en paz con los vecinos musulmanes hasta que la Hermandad Musulmana (grupo extremista islámico aparentemente asociado al EI) ocupó la región en 2011. Ellos comenzaron a amenazar a los cristianos, diciendo que tenían que marcharse, convertirse al islam o morir. Después de la muerte de los siete hombres en un corto espacio de tiempo, los cristianos comenzaron a huir de la ciudad. La familia de Nabil también fue una de ellas.

El gobierno les dio un pequeño cuarto, en un albergue juvenil en la ciudad de Port Said, en la costa norte del país. Se quedaron allí por tres meses sin ninguna fuente de ingresos, pues Nabil no encontró ningún tipo de trabajo. Entonces decidió volver a Alarixe para reabrir su tienda por algunas semanas y ganar algún dinero. Él creía que estaba seguro por allí. Pero estaba equivocado.

"Feliz el que permanece vigilante"

Cuatro días después de su regreso, hombres enmascarados aparecieran frente a su tienda, preguntando: "¿Por qué regresaste?", Y luego le dispararon. El único consuelo para la familia es saber que Nabil está con Jesús ahora, pues era un hombre que amaba al Señor. Él leía la Biblia con los hijos todos los días. "Un poco antes de ser asesinado, él leyó Apocalipsis 16.15, que dice:" ¡He aquí que vengo como ladrón! Feliz el que permanece vigilante y conserva sus vestiduras, para que no ande desnudo y no se vea su vergüenza ".

Hale nos cuenta que Pablo nunca habla sobre su padre y no permite que la madre hable sobre él. Bishoy habla, pero siempre llora cuando lo hace. "La profesora de Bishoy pidió a los niños que habían perdido a uno de los padres de pie, pero Bishoy se sentó, pues dijo:" Jesús es mi padre y mi padre terreno no está muerto, está vivo en el cielo ". Algo que los impactó es que una planta bien verde está creciendo en el lugar donde Nabil fue encontrado muerto. "Ella creció bien en medio del cemento, sin agua", dice el pequeño Pablo, que sabe que el padre estaba listo para morir por Jesús.

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