Puertas Abiertas • 29 may. 2017
Recientemente, más un ataque violento contra los cristianos ocurrió en la República Centro-Africana, involucrando al hijo más joven y al nieto de uno de los principales líderes religiosos del país, Nicolas Grekoyame Gbangouon (foto), que es presidente de la Alianza Evangélica. Él fue arrestado en agosto del 2013, pero fue liberado el mismo día. Aún en 2013, hubo una preocupación religiosa, cuando el grupo extremista Seleka tomó el poder. Era un momento de intento de reconciliación entre los superiores musulmanes y la comunidad cristiana, ocasión en que se rindió hasta incluso un premio Nobel de Paz.
Nicolás fue reconocido por sus esfuerzos, recibiendo el premio ""Sergio Vieira de Mello de 2015"", que es atribuido a las personas o instituciones que propician la reconciliación de los pueblos divididos por conflictos. El premio lleva el nombre de un brasileño que fue funcionario de la ONU durante 34 años y que alcanzó el alto escalón de la organización, siendo considerado uno de los más importantes funcionarios de la entidad y que murió en Bagdad en un atentado contra la sede local de la ONU. Pero después de las negociaciones de paz, el escenario que se dio fue muy diferente.
Poco tiempo después, iglesias fueron incendiadas, hubo muchas agresiones contra los cristianos, centenas de presos huyeron de la prisión central de Bangui y los acuerdos de paz fueron perjudicados. Los líderes continuaron negociando. Uno de los embajadores de paz llegó a decir que era necesario que ""el gobierno desarmara las milicias y restaurara las fuerzas nacionales"". El año pasado, Nicolás fue blanco de otros ataques, inclusive en su propia casa, donde fue amenazado por jóvenes musulmanes armados.
Ahora comenzó una nueva ola de violencia. Más allá de eso, Nicolás también perdió una hija por problemas cardíacos relacionados al estrés de la guerra civil. Hace pocos días, el líder cristiano Dieudonné Nzapalainga, intentaba negociar la paz en Bangassou, cuando hubo una gran confusión y fue baleado. Hubo enfrentamientos también en Alindao. ""Muchos murieron y los cuerpos aún están por las calles, casas fueron saqueadas y quemadas. Las personas están huyendo para las iglesias y para la base local de la ONU. En ese incidente estaban el hijo y el nieto del pastor Nicolás"", dijo uno de los colaboradores de Puertas Abiertas.
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