Hace 40 años, un millón de Biblias llegaron a una playa de China

El Proyecto Perla permitió que esta gran cantidad de biblias llegara al país, aún cuando era prohibido por el gobierno

Puertas Abiertas • 16 jun. 2021


El Proyecto Perla que llevó un millón de Biblias de contrabando a China cumple 40 años el día 18 de Junio.

El Proyecto Perla que llevó un millón de Biblias de contrabando a China cumple 40 años el día 18 de Junio.

En medio de la revolución comunista en China, el hermano Andrés y otros colaboradores de Puertas Abiertas escucharon innumerables informes y estadísticas sobre los cristianos que enfrentaban una fuerte persecución del gobierno. Cuando finalmente llegaron al país, se sorprendieron con la iglesia que encontraron: En lugar de un pequeño grupo de cristianos desanimados y derrotados, encontraron una enorme red de cristianos fuertes, fundados en principios bíblicos, audaces, valientes y, claro, perseguidos.  

Una de ellas era la hermana Kwang, una evangelista que había estado en la cárcel tres veces, pero seguía viajando por el sur del país, predicando, enseñando y organizando iglesias en casas. Al principio, ella pidió 30.000 Biblias para regalarlas a los cristianos que conocía. Pero sabiendo que habían muchos cristianos en todo el país que ella no conocía, se atrevió a soñar más grande y pidió un millón de Biblias.  

¿Qué fue el Proyecto Perla? 

El Proyecto Perla fue una acción de Puertas Abiertas que tuvo lugar el 18 de junio de 1981. Ese día se entregaron en Shantou un millón de Biblias a los cristianos locales, bajo la promesa de que llevarían la palabra de Dios a todos los rincones del país.  

La operación tomó ese nombre porque la Palabra de Dios es descrita como "una perla de gran valor" a la que Jesús se refirió en la parábola del mercader en Mateo 13.45-46. Así como el personaje principal de esa parábola, los cristianos chinos estaban dispuestos a arriesgarlo todo por aquellas "valiosas perlas".  

Los ejemplares fueron introducidos de contrabando a través de un barco llamado Gabriella y llegaron hasta China en barcos de pesca. Aquella noche, un remolcador de 30 metros arrastró una lancha cargada con 232 paquetes impermeables: en total, un millón de Biblias en el idioma chino, dando una carga de 232 toneladas. Los paquetes flotantes que contenían las escrituras eran remolcados a la orilla por pequeños botes.

La operación, concebida por el Hermano Andrés, fundador de Puertas Abiertas, cambió la vida de muchos cristianos en China. 

El barco llamado Gabriella fue el encargado de llevar las biblias a la playa en China.   

¿Qué cristianos participaron en el Proyecto Perla? 

Aunque muchos trabajadores de las diferentes oficinas de Puertas Abiertas participaron del proyecto activamente, sólo 20 personas formaban parte de la tripulación. Eran cristianos de los siguientes países:Filipinas, Australia, Nueva Zelanda, Holanda, Inglaterra, Canadá y Estados Unidos.


Uno de ellos era Terry Madison:

"Antes del viaje, mi trabajo consistía en escribir todo el material para recaudar los millones de dólares que necesitábamos para la misión, sin poder decir lo que estábamos haciendo!! Eso fue un reto. ¿Cómo puedes recaudar millones de dólares y esperar que la gente envíe donaciones sin decirles lo que vas a hacer? Pero para la gloria de Dios, nuestros socios contribuyeron y siguieron enviando donaciones para que este sueño se volviera realidad” nos cuenta el hermano Terry.

Terry se arrodilla con otros cristianos que participaron en el proyecto.   

Según el cristiano, participar en esta gran aventura era un privilegio y un secreto que había que guardar por cuestiones de seguridad.

“A medida que nos acercábamos más y más, nos dimos cuenta de que esto era realmente serio, podíamos morir o quedar atrapados o perdidos en el mar. Estoy seguro de que todos teníamos nuestros temores y dudas sobre lo que pasaría cuando llegáramos a la playa con las biblias. Pero ninguno tenía dudas sobre el hecho de que debíamos estar allí. No queríamos estar a bordo sin contribuir con lo que el Señor quería que hiciéramos. Y así lo hicimos", dice. 

Una llamada inesperada 

Terry se convirtió en el cocinero de la tripulación, pero ese no fue siempre el plan. El día antes de comenzar el viaje, le pidieron que acompañara al cocinero a comprar provisiones. Todos los que estaban a bordo recibían una llamada semanal de sus familiares, y esa semana el cocinero llamó a su esposa y ella le dijo que tenía que volver a casa.  

"Tuve la increíble sensación de que el Señor me decía que debía presentarme voluntario para este puesto. Detesto cocinar, no cocino nunca, de hecho, no sé cocinar. Así que tenía esta batalla interna, en mi corazón. Descargamos la comida, él subió y le dijo al capitán que tenía que volver a casa al día siguiente, y yo tuve mi pequeña discusión con el Señor", cuenta Terry tras la partida del cocinero.  

El capitán del barco Gabriella y uno de los 20 miembros de la tripulación.  

Mirando directamente al capitán, Terry dijo: "He venido a presentarme como voluntario. Entiendo que necesitará un cocinero, ¿correcto?. Tengo buenas y malas noticias. La buena noticia es que, me coloco como voluntario. La mala es que no tengo ni idea de qué hacer en la cocina".

La esposa de Terry estuvo a bordo durante algunas horas y le ayudó en su nuevo papel de cocinero. Ella me dijo: "
Voy a escribir menús para tres comidas al día durante una semana". Así que sacó un gran cuaderno amarillo y escribió 21 recetas diferentes. 

¿Cómo se produjo la entrega de las Biblias el 18 de junio de 1981? 

Esa noche, la oscuridad era total y el mar estaba tranquilo, ideal para el desembarco de los 232 paquetes de Biblias. Cada paquete fue lanzado al mar y arrastrado por tres botes pequeños hacia la playa.  

"Mi recuerdo favorito fue la noche de la entrega de Biblias. Los cristianos que nos esperaban en la playa nadaban hasta que el agua les llegaba a la altura del pecho, yo desataba las cuerdas que aseguraban el cargamento y les ayudaba a recibir los paquetes. Me hubiera encantado poder abrazarlos o hablar con ellos, pero el simple hecho de verlos cara a cara y ver la emoción que tenían por este enorme volumen de Biblias que estaba llegando fue simplemente un placer", comparte Terry Madison.

Terry se siente bendecido por Dios por haber sido parte de "infiltrar la palabra de Dios en China". "El Proyecto Perla me enseñó la profunda pasión que los cristianos perseguidos tienen por las Escrituras, así como la fidelidad de Dios para llevar su palabra a su pueblo en los diversos rincones alrededor del mundo. Y el hecho de que nos utilizara fue la mejor manera de demostrarnos su fidelidad.  

El cristiano recuerda las decenas de riesgos que corrían en caso de ser descubiertos o traicionados, o de sufrir accidentes. "Pero nuestro Señor estaba supervisando y cuidándonos en cada detalle de la entrega y, a pesar de algunos momentos realmente difíciles por los cuales tuvimos que pasar, Él estuvo allí, con nosotros, todo el tiempo", dice el cristiano. 

Formar parte del Proyecto Perla ha transformado la vida de Terry y de los demás miembros del equipo de acción.

Todos salimos de esto dándonos cuenta de lo fiel que es Dios con su pueblo, para hacer llegar su Palabra cuando parece imposible o difícil. Dios tenía ese plan para China, y estaba decidido a llevar esas Biblias a las manos de más de un millón de personas. Y nos permitió hacer parte de ese plan. Nos colocamos a disposición y contribuimos con nuestras pequeñas partes, pero Dios hizo posible lo imposible. 

Para nosotros, personalmente, fue un gran combustible para fortalecer nuestra fe. Pensamos: "Si podemos hacer esto, todo lo demás será poco". Viví en un nivel de fidelidad y confianza más alto que el que tenía antes. Haber formado parte de este proyecto cambió para siempre mi forma de pensar sobre la provisión de Dios y su poder milagroso, y sobre cómo se ocupa de los más mínimos detalles cuando ni siquiera yo sabía que había que ocuparse de ellos", concluye Terry.

¡Quédate contectado! En los próximos días, compartiremos más sobre este precioso proyecto. 

¡Ahora te toca a ti!

La iglesia en China está compuesta por cristianos convertidos del budismo que enfrentan persecución y una creciente hostilidad por parte del gobierno contra ellos. Por lo tanto, ellos necesitan Biblias para crecer en su fe y resistir a la persecución.

La venta de Biblias aun es prohibida en el país. Por ello, lanzamos esta campaña: Dona una Biblia digital a un hermano en China, hazte socio de Puertas Abiertas y recibe informaciones de última hora sobre la Iglesia Perseguida.

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