Puertas Abiertas • 15 may. 2025
A pesar de la presión, Trinh no negó a Jesús (foto representativa)
En las regiones remotas de Vietnam, muchos grupos minoritarios enfrentan desafíos al practicar su fe en Jesús. El pastor Dong* relata cómo es esa realidad en la comunidad h’re. Él ha compartido el amor y la salvación de Dios con sus vecinos. A través de su ministerio, muchos se han convertido a Cristo, incluyendo a Trinh*, una madre cristiana que ha enfrentado desafíos significativos en su camino de fe junto a sus hijos.
Trinh conoció a Jesús antes de casarse, y gradualmente compartió su fe con su esposo, Manh*, así como con sus hijos. Con la guía del pastor Dong, Trinh se fortalecía cada día en la fe. Sin embargo, la familia de su esposo y las autoridades locales comenzaron a sospechar que la familia de Trinh adoraba a Dios.
Manh pertenece a una familia revolucionaria, lo cual en Vietnam significa que reciben subsidios del gobierno por las contribuciones de sus antepasados al país. Estos beneficios incluyen, por ejemplo, la inscripción de los hijos en escuelas públicas. Cuando las autoridades confirmaron la fe de Trinh, amenazaron a sus suegros, advirtiendo: “Si la familia de su hijo continúa creyendo en Dios, perderán los subsidios. Sus nietos perderán la matrícula escolar y les será muy difícil encontrar trabajo”.
Obligados a huir
Esta amenaza enfureció a Manh, quien ya no toleró la fe de Trinh. El año pasado, agredió físicamente a su esposa y la echó de la casa, diciéndole: “Si renuncias a Dios, puedes quedarte. Si no, vete”.
Firme en su fe, Trinh se fue con sus dos hijos, sin saber a dónde ir. Desde ese día, Manh cortó todo contacto con su esposa e hijos.
Cuando el pastor Dong se enteró de la situación, junto con otros miembros de la iglesia visitaron a Trinh para orar con ella y ofrecerle ayuda. Lograron encontrar un lugar temporal donde Trinh y sus hijos pudieran quedarse. Conmovido por las difíciles circunstancias de Trinh, el dueño del lugar, a pesar de no ser creyente, le regaló la casa y un pequeño terreno para que pudiera cultivar su sustento. Su acto de bondad reflejó la compasión y el amor de la comunidad local.
La iglesia local sigue apoyando a la familia de Trinh, proveyendo artículos de primera necesidad, incluyendo alimentos, cobijas, ropa y cubriendo las cuotas escolares. Aunque ya ha pasado un año desde aquel incidente, Trinh continúa trabajando incansablemente para sostener a su familia. Su hija mayor está decidida a terminar la secundaria, y juntos enfrentan cada desafío con fe y una resiliencia inquebrantable.
Nuestro socio local, que está en contacto con el pastor Dong, sigue pidiendo sus oraciones y ánimo para Trinh y sus hijos. La realidad del desplazamiento de cristianos debido a la violencia afecta a miles de seguidores de Jesús en más de 70 países. Por eso, en el Domingo de la Iglesia Perseguida (DIP) 2025, este será el tema central de oración. Conoce más.
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