¿Existe persecución en Colombia?

Puede parecer nuevo para algunos, pero Colombia ocupa el puesto 41 en la Lista de Persecución Mundial 2020 (LMP) , y no es el primer año que aparece en el ranking. El país ha estado en el ranking desde 1993, año en que se creó la LMP, y sólo en 2009, 2010 y 2011 quedó fuera. En Colombia, los seguidores de Cristo son amenazados, acosados e incluso asesinados como resultado de la violencia y la intolerancia de los grupos delictivos. 

En el país también hay oposición para los indígenas convertidos, pueden ser arrestados e incluso sus propiedades pueden ser confiscadas. Además, los cristianos también se enfrentan a la presión de los miembros de la familia para abandonar la fe. La violencia siempre ha estado presente en Colombia, incluso con el intento del gobierno de crear acuerdos de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Grandes zonas del país están bajo el control de organizaciones delictivas, cárteles de droga y grupos extremistas, lo que hace que los cristianos sean vulnerables a esas hostilidades. 

Las iglesias son extorsionadas por grupos criminales 

En muchas zonas del país, los delincuentes intimidan a los líderes religiosos para que paguen una suma de dinero a cambio de que no se enfrenten a presiones y persecuciones. Esto es común en muchas regiones, en Arauca y Casanare, la ansiedad y la intimidación han vuelto recientemente. Lidiar con la extorsión es una decisión difícil para los cristianos, que temen las consecuencias que tal acto puede traer.

En el año 1990, la extorsión era evidente y los comerciantes, pastores y agricultores se veían muy afectados. El grupo armado de las FARC dominaba la zona, con el discurso de "pagar o morir". Es decir, si pagas estás a salvo, si no, puedes ser secuestrado o asesinado. Desafortunadamente, las cosas no han cambiado. Durante un corto tiempo, este crimen ha disminuido y ha dado un poco de alivio a la población. Sin embargo, la extorsión nunca terminó. Ahora, los grupos criminales luchan por obtener recursos para sostener las acciones criminales, lo que resulta en la extorsión. 

Denunciar la extorsión no es una decisión fácil para los líderes, ya que pueden enfrentarse a más presión y violencia.

La iglesia se enfrenta al dilema: ¿pagar o no? Muchos pastores han optado por pagar porque les permite seguir sirviendo a los cristianos a través de un ministerio que representa luz y esperanza en esas zonas tan maltratadas. Otros no están de acuerdo y deciden asumir las consecuencias, porque creen firmemente que pagar la extorsión va en contra de los principios de la fe, dicen que pagar por actividades ilegales va en contra de la palabra de Dios.

Pastores fueron convocados a reuniones para acordar el pago de la tasa de extorsión. Algunos decidieron ir, otros no. "Varios pastores fueron porque querían mostrar sus caras, pero muchos, como yo, no asistieron. Sabemos que si pagamos una vez, tendremos este problema para siempre", dice un pastor local, socio de Puertas Abiertas. El sufrió la presión de la extorsión durante muchos años, pero nunca cedió. Vio cómo este crimen afectaba a las familias cristianas que necesitaban dejar la región y empezar de nuevo, dejando un vacío en la congregación, especialmente cuando son líderes. Los que eligieron quedarse se enfrentan a una presión continua.

¿Cómo viven los cristianos en las comunidades indígenas de Colombia?

Cuando Gabriel*, un cristiano indígena, prepara la prédica que va a compartir con los hermanos durante el culto, sale de su casa y se va a un lugar desierto, en medio del bosque, escondido de todos. En su pueblo, ser cristiano puede resultar en persecución. Por esta razón, los cristianos se reúnen en lugares ocultos donde pueden orar, cantar y aprender sobre la palabra de Dios.

En San Pedro de la Victoria, Colombia, los cristianos indígenas deben adorar a Dios en secreto debido a la persecución. Las reuniones cambian de lugar constantemente, a veces adoran en medio del bosque para que nadie pueda oír. Esta actividad se ha convertido en algo común en muchos pueblos del país, ya que el antagonismo étnico es muy fuerte, especialmente contra los cristianos.

En un domingo tradicional en San Pedro de la Victoria, se celebran al menos tres servicios, a las 10am, 2pm y 6pm. Cada uno de ellos se encuentra en un lugar diferente, ya que los cristianos no quieren enfrentarse a la represión de los demás residentes de la comunidad. Los lugares son improvisados y los servicios se celebran en una situación precaria, generalmente sin sillas o lugares apropiados para que los seguidores de Cristo se sientan cómodos.

Así es como la gente de esta comunidad ha estado buscando a Dios durante mucho tiempo. Los tiempos y lugares de culto varían. A veces lo hacen de noche en la casa de uno de los hermanos, otras veces se encuentran en las montañas, o incluso en los cafetales. A pesar de la dificultad, nunca dejan de adorar a Dios.

Los cristianos hacen todo lo posible para mantener la paz con los líderes de la comunidad: participan en las actividades y acuerdos de la comunidad tradicional, como reuniones, trabajos y tareas tradicionales. Si no cumplen con sus obligaciones, se les lleva inmediatamente a un interrogatorio, se les castiga y se les detiene hasta que renuncien al evangelio. Aunque es algo que les gustaría dejar de hacer, porque reconocen que va en contra de las enseñanzas de Cristo, los cristianos prefieren mantener la paz. 

* Nombre alterado por seguridad.

Peticiones de oración

• Intercede por los cristianos de Colombia, para que Dios les dé paz y refrigerio a sus corazones para seguir difundiendo la palabra sin temor.
• Clama por los grupos criminales del país, para que tengan un encuentro con Cristo y sus vidas sean transformadas.
• Ora por los gobernantes, para que Jesús les dé sabiduría para tratar los conflictos con el fin de apaciguar las tensiones.