Estudiante cristiano es discriminado en Sri Lanka

Incluso en medio de la presión, el joven cristiano Malith no abandona su fe en Jesús. Este estudiante de 16 años vive en el sur de Sri Lanka y se enfrenta a una fuerte oposición por parte de sus profesores y compañeros de clase por seguir a Jesús. Hoy, en el Día del Profesor, descubre la importancia de enseñar con madurez la fe cristiana a los jóvenes perseguidos.

El joven cristiano tiene talento y está muy interesado en las nuevas tecnologías. Tenía sólo 11 años cuando desarrolló su primer dispositivo para un concurso en la escuela. Ganó el concurso con un guante que utilizaba energía solar para brillar en la oscuridad y obtuvo el trofeo al guante más innovador del momento.

Excluido de las actividades escolares

Malith quiso participar en otras ediciones del concurso en los años siguientes, pero su colegio le prohibió participar en todas ellas. El joven se negó a participar en los rituales religiosos budistas obligatorios en la escuela porque contradecían su fe cristiana. Como consecuencia, ha sido discriminado en la escuela durante seis años.

"No puedo participar en ninguna competición porque soy cristiano", dice Malith. El testimonio de fe de este joven es el resultado de un discipulado cristiano que lo ha preparado para mantenerse firme y sin miedo ante la persecución. La mayoría de los cristianos de la escuela de Malith temen ser juzgados o excluidos por ser cristianos.

"Temen el desprecio de los profesores y de los demás alumnos", dice Malith. Sin el apoyo de amigos cristianos, es aún más difícil resistir la presión. "Ni siquiera me miran a los ojos cuando paso porque tienen miedo de que, cuando me vean, los profesores les persigan a ellos también".

En varias ocasiones, los profesores han castigado y golpeado a Malith sin justificación. "A veces me bajan las notas sin motivo", cuenta. En esos momentos de tristeza, Malith dice que ora en silencio a Dios con todo su corazón.

Listo para defender la fe

Es difícil para él hacer frente a la intensa persecución. Recientemente, el joven faltó a una de sus clases porque el profesor había organizado una actividad budista durante el horario lectivo. Aunque le dieron permiso para no asistir a la clase, al día siguiente lo llevaron al despacho del director, lo humillaron delante de toda la escuela y lo obligaron a asistir a las siguientes actividades religiosas.

Con gran valentía, Malith respondió: "Tenemos derecho a seguir nuestra religión". A pesar de todos los obstáculos, Malith decidió permanecer fiel a Dios. "Ser cristiano es una forma de vida. No puedo participar en las actividades de otra religión que van en contra de la Biblia", concluye el joven.

Nuestros socios locales se reunieron recientemente con Malith y su familia y oraron por ellos. Malith participó el año pasado en dos cursos de formación ofrecidos por Puertas Abiertas en la región, "Mantenerse firme a través de la tormenta" y "Seminario sobre derechos religiosos". Esto ha ayudado a Malith a mantenerse firme en medio de las dificultades a las que se ha enfrentado.

Ayuda a los cristianos perseguidos a resistir la persecución

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