Puertas Abiertas • 22 ago. 2020
Kirti se convirtió en una enemiga de su pueblo y tanto ella como su familia pagaron las consecuencias de tal decisión.
La historia de Kirti* nos recuerda la situación que miles de cristianos enfrentan en India, país en la décima posición en la Lista Mundial de la Persecución 2020. Allí, donde el nacionalismo hindú se ha propagado de forma radical, las minorías religiosas no tienen libertad de adorar y cultural sin riesgo de ataques y represalias.
Al entregarle su vida a Cristo, Kirti se convirtió en una enemiga de su pueblo y tanto ella como su familia pagaron las consecuencias de tal decisión. Recientemente, Puertas Abiertas contó cómo y porqué comenzó la opresión contra Kirti y su familia.
Después del ataque, todos los cristianos estaban heridos, pero Kirti fue la más afectada. Su columna estaba quebrada y tuvo que ser llevada a un hospital rápidamente. Ella permaneció internada por dos semanas, cuando Puertas Abiertas escuchó sobre su caso y la ayudó con los pagos del hospital y remedios.
Tomados durante la noche
Después de estas dos largas semanas, Kirti y su esposo regresaron a casa, todos en la aldea dejaron de hablarles y les negaron sacar agua del pozo de la aldea.
"Solía sacar agua en secreto a medianoche”, dice Kirti.
Los creyentes de la aldea se mantuvieron en silencio por un tiempo, pero lentamente algunos de ellos comenzaron a visitar a Kirti y a orar juntos en su casa. Esto era extremadamente peligroso y cuando los ancianos se dieron cuenta de que los golpes y la vergüenza pública no impedía que los cristianos siguieran a Jesús, se enfurecieron mucho.
Así que, una noche, un grupo de hombres con cuerdas rodeó la casa de Kirti. Llamaron a la puerta, entraron corriendo y tomaron a su esposo a la fuerza. Ella trató de detenerlos: "¿Adónde se llevan a mi marido?", gritó. Pero, los hombres ignoraron sus gritos, la empujaron de vuelta a la casa y la encerraron. Kirti gritó pidiendo ayuda durante muchas horas, antes de que los otros cristianos de su pueblo la escucharan y salieran a socorrerla y liberarla de casa.
Un entierro remoto
Los radicales se habían llevado a su esposo, al cual torturaron de forma impensable durante días. Kirti trató de encontrarlo, y cuando finalmente lo hizo, se enfrentó a una triste realidad. Su esposo fue asesinado. Kirti estaba a poca distancia y escuchó sus gritos. Al hallarlo, los hombres permitieron que ella y algunos otros cristianos se llevaran el cuerpo. No hubo arrestos ni acusaciones para los asesinos de su esposo.
Cuando Kirti regresó a casa, los líderes de la aldea se negaron a permitirle enterrar a su marido en el cementerio del pueblo. Así que Kirti se vio obligada a llevar el cuerpo de su esposo a un terreno fuera de la aldea y lo enterró allí. Otros pocos cristianos se unieron a ella para una pequeña ceremonia.
Una casa de refugio
Después de este devastador evento, Kirti dejó la aldea con sus hijos para ir a una casa segura. Durante su estancia en el refugio, los socios de Puertas Abiertas la ayudaron con suministros como alimentos, ropa, mantas, apoyo financiero y cuidado espiritual. Sus heridas le impiden trabajar y su vida continúa en peligro.
"Me apoyaste financieramente y gracias a tu ayuda, mis hijos pueden ir a la escuela", comparte Kirti.
A pesar del increíble sufrimiento y pérdida que evidenció, la fe de Kirti sigue inquebrantable. "He puesto todo en las manos de Jesús", dice Kirti. "Cuando me siento triste, recuerdo la Palabra de Dios. En todas mis pruebas, Él me ayuda. No puedo leer o escribir, pero memorizo lo que el pastor me enseña. Debido a los ataques, muchos nuevos cristianos están dejando la fe, pero yo permanezco firme. Gracias a su cuidado y amor, sigo viva y soy una seguidora fiel a Jesús".
Kirti no está fuera de peligro y sus necesidades siguen siendo muchas, así como la de miles de mujeres, jóvenes y niños que se han comprometido a seguir a Jesús en un mundo hindú.
A pesar del riesgo, Kirti ha regresado a su pueblo para ser luz de Cristo una vez más.
"La gente de mi pueblo quiere expulsarme" dice. "A menudo amenazan con matarme, Yo continúo orando por la salvación de mi pueblo, y creo que mi pueblo recibirá esa salvación."
La esperanza de Kirti
Con la llegada del COVID-19, la situación financiera de Kirti empeoró. “Estoy recolectando hojas, que pueden ser vendidas por un poco de dinero. También trabajo en huertas de otras familias cristianas, lo que me ayuda a ganar algo de comida y dinero también."
"Los socios de Puertas Abiertas me llaman regularmente y me preguntan por mi situación", dice. "Ellos comenzaron a construir una casa para mí, ya que mi vieja choza estaba en muy mal estado. Cuando vuelva a casa haremos un servicio de oración para la santificación de la nueva casa. Estamos muy entusiasmados con eso".
La situación en su pueblo ha mejorado, aunque el odio diario que experimenta no ha disminuido. "La situación en mi aldea y en las aldeas cercanas ha mejorado en lo que se refiere a la persecución" dice. "Últimamente no ha habido ataques contra los cristianos. Sin embargo, seguimos siendo boicoteados socialmente y los aldeanos siguen odiándonos. Simplemente no nos atacan como antes".
Por favor, continúa orando por Kirti y otros cristianos de India que son atacados por seguir a Jesús. Conoce detalles sobre el testimonio de Kirti en el siguiente video.
A través de tus oraciones y donaciones, Puertas Abiertas se encarga de socorrer a los cristianos perseguidos en India, y de asegurarles que no estén solos ni abandonados. Cuando sirves a la Iglesia perseguida, sirves al Señor.
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