El secreto de la Iglesia Perseguida en Corea del Norte

Los cristianos perseguidos norcoreanos viven a diario bajo la fuerte presión que el gobierno les impone. El objetivo del Estado es tomar sus energías para que no estén involucrados en “actividades ilegales”. Semanas de 48 horas de trabajo son comunes. Además, las personas son forzadas a hacer “trabajos voluntarios”. Aunque trabajen mucho, no ganan lo suficiente para sostenerse y tienen que explorar las florestas para encontrar algo de comer.

Algunos cristianos relatan que bajo el gobierno de Kim Jong-un la vida se ha vuelto aún más difícil. El presidente causa tensión mundial con sus pruebas nucleares y amenazas verbales. Entonces, para contrarrestar la reacción de la comunidad internacional, el mandatario ordena una movilización de cien días, durante los cuales las personas son llamadas a hacer hora extra. Cuando los cien días acaban, él extiende el período o luego ordena una nueva movilización, haciendo que las personas tengan poco tiempo libre.

"Los períodos de movilización toman toda nuestra energía. Pero buscamos servir a Dios siempre que podemos y hacemos pequeñas reuniones ", comparte un líder de iglesia. Él dice que siempre visita a los hermanos en sus casas e intenta suplir sus necesidades. "Aunque ellos pasan por muchas cosas difíciles, yo los aliento a encontrar alegría en medio de las tribulaciones y vivir con esperanza en el Reino eterno de Dios", compartió.

OJOS ESPIRITUALES

Un colaborador que evangeliza y entrena a cristianos norcoreanos en China dijo que la situación en Corea del Norte empeora cada año. Él prepara a los cristianos perseguidos para compartir el evangelio con personas de confianza. A pesar del gran peligro que esto representa para su vida - ya que puede ser llevado preso por ello – él tiene convicción que Dios está cuidando de su ministerio. "Yo hago este trabajo desde hace muchos años, pero nunca antes había visto a tantos norcoreanos convirtiéndose como hoy", contó. Según él, Dios está transformando el país de dentro hacia fuera, y las fuerzas de las tinieblas no van a resistir. 

Él explica: "Si miras esta situación con ojos humanos, parece que las oraciones sólo empeoran lo que está sucediendo. Pero si miras con ojos espirituales y tienes amor por las almas perdidas como yo, entonces debes alegrarte. Dios está obrando. Por supuesto, la batalla es más intensa que nunca. Pero, ¿Por qué? Porque Dios está libertando a sus hijos. En Corea del Norte, los cristianos intentan permanecer cristianos en circunstancias inhumanas. Ellos saben que pueden perder la vida, pero nunca perderán la fe.