Puertas Abiertas • 19 abr. 2019
Los cristianos de Siria están pidiendo a nosotros que seamos uno con ellos y con sus familias
"Quédate aquí y vigila conmigo" - esas fueron las palabras de Jesús en Getsemaní (Mateo 26:37-38), donde se retiró para orar y prepararse para cumplir la misión para la que había sido enviado al mundo. Semana Santa, que es un gran motivo de celebración para los cristianos de todo el mundo, para los cristianos perseguidos despierta una mezcla de emociones. La alegría incomparable por el gran amor de Dios demostrado en la cruz se mezcla con el miedo y la preocupación. Nuestros hermanos perseguidos viven bajo presión en países cerrados al evangelio, donde es muy difícil ser cristiano. En días como hoy, es común que sean confrontados con violencia y sus consecuencias. Ellos necesitan que alguien se quede vigilando junto a ellos.
En la realidad de Siria, por ejemplo, se suma a la presión el hecho de que el país esté en guerra. Un líder cristiano expresó la mezcla de esperanza y escepticismo experimentado en la Semana Santa del año pasado: "Pasamos por muerte y destrucción, pero al mismo tiempo hemos vivido grandes testimonios de amor y solidaridad. La guerra continúa y nuevas víctimas mueren cada día, un número exagerado de muertes. Las personas continúan huyendo del país. Confrontados con todo ese sufrimiento, no podemos quedarnos sordos o impasibles. Incluso después de tantos años, no podemos resignarnos a la lógica de la violencia y la guerra ".
Alepo, segunda ciudad más grande de Siria, es una de las ciudades con una gran concentración de cristianos. Desde la invasión del Estado Islámico, Alepo quedó dividida entre las líneas de frente que separaban a los grupos rebeldes y las fuerzas del gobierno. Esto sólo cambió en diciembre de 2016, cuando el régimen de Bashar al-Assad finalmente tomó el control de la ciudad. Gradualmente, los habitantes de Alepo comenzaron a regresar y, en 2017, unos 800 cristianos conmemoraron la primera Semana Santa de regreso a su ciudad natal.
El pasado domingo 14, hubo un bombardeo con cohetes contra Alepo, causando la muerte de once personas, según la agencia oficial de noticias, Sana. Alepo está cerca del bastión jihadista de Idlib, provincia dominada por el grupo Hayat Tahrir al-Sham (HTS, antiguo brazo de Al Qaeda). Desde que el régimen la recuperó, en 2016, Alepo es blanco de ataques esporádicos de jihadistas o rebeldes. El llamamiento de nuestros hermanos perseguidos de Siria es el mismo de Jesús, para que, durante estos días, vigilemos junto a ellos en oración. Pidamos al Padre que ellos sean guardados y puedan disfrutar de un tiempo de alegres celebraciones.
¡Sé uno con ellos hoy!
Además de orar por la protección del Señor sobre nuestros hermanos de Siria, en esta Semana Santa puedes hacer más. Te desafiamos a donar un día de trabajo para que los cristianos puedan ser asistidos en sus necesidades. Que a través de ti los cristianos perseguidos de Siria se sientan abrazados y fortalecidos.
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