“Él camina conmigo”

En Etiopía, los casos de persecución por antagonismo étnico son comunes. Berhane (seudónimo) nació en una familia siguiendo a Waaqaa (un dios ancestral de su tribu). Ellos actuaban como mensajeros, llamados kalicha. La adolescente realizó muchas tareas para este dios y lo adoraba. Su recompensa fueron horribles pesadillas, escuchando a espíritus que prometían hacerle daño. Además, los constantes dolores de cabeza no le permitían ir a la escuela.

Sin asistir a clases, se quedó en la casa de un tío. Tenía vecinos cristianos que siempre cantaban alabanzas, lo que la enfurecía profundamente. Sin embargo, durante un ritual, Berhane fue confrontada con las palabras de esa canción.

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Un día, adorando a Waaqaa, sucedió algo inesperado, el adolescente declaró las palabras de aquella misma canción. Aunque ella evitó escucharla, entró en su corazón. Berhane estaba muy confundida y buscó a una chica cristiana que conoció en la escuela. “He decidido seguir a Cristo. Ella me llevó a la iglesia y después del servicio fui a la casa de los vecinos cristianos de mi tío y recibí a Jesús en mi corazón”, dice.

Sostenida por la gracia

Cuando sus padres se enteraron de su conversión, se quedaron furiosos y la expulsaron de casa. Ella fue a la casa de su tío, pero él también le dijo que se fuera. La joven se refugió en la casa de una familia cristiana. Durante seis años, no vio a su familia. Sin embargo, la gracia de Dios la acompañó todos los días, y la sustentó, pues resulta muy difícil para una joven soltera sobrevivir a la expulsión en las comunidades tradicionales.

Con el tiempo, se fueron los problemas de salud. Cuanto más conocía a Cristo, más crecía su amor. Hoy, Berhane es evangelista. Lo que la motiva es el hecho que conoce las dificultades de ser cristiana, ya que ella misma las experimentó. Berhane sabe que el trabajo es peligroso: “Voy a lugares donde nadie quiere arriesgarse en ir. Pero Dios es mi pastor. Él camina conmigo”.

Berhane está decidida a continuar y orar para que más personas se unan a ella. “Es demasiado trabajo para mí sola. Por favor, oren para que Dios complete este ministerio y levante más obreros”, ella dice. ¡Únete a ella invirtiendo tiempo en oración y ayudando a fortalecerla!

Una verdad libertadora

La Iglesia Perseguida necesita tu apoyo para preparar más trabajadores para este ministerio. A través del discipulado y el estudio de la Biblia, los cristianos pueden liberarse de las tradiciones de la comunidad. Tu donación permite que un cristiano del África subsahariana participe en el discipulado durante 3 meses.