Puertas Abiertas • 15 feb. 2021
La citación se produjo después de que Firouzi publicara vídeos en los que protestaba por las violaciones de sus derechos en Irán (foto: Artículo 18)
El cristiano iraní Ebrahim Firouzi, que pasó años en la cárcel y ahora cumple arresto domiciliario, fue convocado para responder a nuevas acusaciones de "propaganda contra la república islámica a favor de grupos hostiles". Firouzi, que ha pasado los últimos 15 meses en arraigo domiciliario en la ciudad de Rask, ha sido informado de que debe presentarse ante la fiscalía en un plazo de cinco días.
La notificación para presentarse ante la fiscalía se produjo después de que Firouzi publicara vídeos en los que protestaba por las continuas violaciones de sus derechos. En uno de los contenidos, Firouzi se queja de la presión que sufre por parte de su hermano, de la continua confiscación de una propiedad y del descubrimiento de que uno de sus "amigos" era en realidad un informante del Ministerio de Inteligencia.
También describe los acontecimientos que condujeron a la última citación, en septiembre de 2020, se dirigió a una oficina de entregas, para recibir un paquete con algunas biblias. "Parece que el Ministerio de Inteligencia pidió a la oficina de correos que les avisara antes de que recibiera este paquete, para que estuvieran allí en ese momento. Cuando fui a recogerlo, los agentes de inteligencia me estaban esperando", dice.
Según el líder cristiano, los agentes del gobierno acudieron a su casa en un carro de la policía sin orden judicial ni cargos oficiales y confiscaron ordenadores portátiles, teléfonos móviles y libros de texto que utilizaba en las clases virtuales de teología. Todos los ejemplares habían sido publicados con previa autorización del Estado.
Firouzi añade que todavía está esperando que le devuelvan la mercancía. "Me dicen: todavía no hemos examinado el contenido". "Pero al retrasar la revisión, me impiden continuar las clases virtuales", añade. El líder cristiano argumenta que es un ciudadano cristiano iraní y que tiene derechos legales para estudiar a través de dispositivos electrónicos.
"No le tengo miedo a la cárcel".
El cristiano ha estado en el radar del Ministerio de Inteligencia iraní durante la última década, la primera detención se produjo en 2011 y desde entonces ha pasado casi siete años en prisión y 15 meses (actualmente) en arraigo domiciliario. Furouzi debía terminar su arraigo en octubre de 2022 pero, después de usar un permiso no autorizado, su condena aumentó 11 meses.
Firouzi dice que el caso contra él podría llevarle a otros tres años de prisión, pero "no tiene miedo de regresar a la cárcel en Irán por decir la verdad" o por luchar por la justicia. "Mi oración es que las autoridades busquen la verdadera justicia. La iglesia iraní nunca ha buscado la guerra con el gobierno. El poder del amor de Cristo por nosotros es tal que ninguna otra fuerza puede distraernos de lo que creemos. Pueden hacernos daño, pero nunca podrán destruir nuestra alma", concluye.
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