Puertas Abiertas • 31 ene. 2019
Los hijos de Aster se mantienen fuertes incluso en medio de las dificultades (imagen representativa)
En Eritrea, muchos cristianos son arrestados por su decisión de seguir a Cristo. Este fue el caso del marido de Aster *, encarcelado después de ser atrapado en un grupo de oración. Por eso, ella necesitó asumir la responsabilidad de sostener su casa y familia. Además de esa situación, sus hijos comenzaron a enfrentar mucha presión por ser conocidos como cristianos. "Mi hija mayor siempre sufría bullying y era insultada por su fe. "Ella recibió tres llamadas de atención en la escuela por compartir el evangelio y dijeron que no debería hablar con ningún niño, ni siquiera durante los recreos", contó.
Pero eso no era todo, los compañeros de su hija también arrojaron piedras en ella y en su casa. "Ellos siempre hablaban que ella no merecía ser su amiga. "Yo realmente me sentía mal por ella y eso me dejaba muy triste", compartió. Pero según la cristiana, eso no fue de todo mal. En el sufrimiento, hubo sorprendentemente, algunas alegrías también. "Yo sigo de pie, por la gracia de Dios", testifica. La gracia del Señor era manifestada con frecuencia por medio de ayudas enviadas por la familia de Cristo -que fue posible, en parte, por su apoyo.
"Si no fuera por eso, no sé qué sería de nosotros. La iglesia realmente nos ayuda cuánto puede, incluso cuando hay tantas otras familias para ayudar. A veces, vienen y me preguntan si necesito ayuda en los negocios e insisten en apoyarnos. Principalmente cuando me enferma ", dijo Aster. Para ella, ver la gracia de Dios en acción en la vida de sus hijos, mientras soportan la persecución, ha mantenido su alegría viva. "Dios nos ha enseñado mucho. Seguimos el estudio bíblico que mi marido comenzó antes de ir a la cárcel ", dijo.
La hija de Aster no tiene miedo de la persecución y siempre dice que esa situación es la voluntad de Dios para ellos, porque nada sucede sin quererlo. Aunque los colegas continúen lastimándolos físicamente, no le importa, y siempre dice: "Dios no me dejará. "Estoy dispuesta a seguirlo hasta la muerte". La cristiana también compartió que a menudo van a dormir con el estómago vacío y que los niños se ocupan bien de ello. "Nosotros llenamos el estómago de agua mientras alabamos a Dios", contó.
Para Aster, la fe fuerte de los hijos en medio de las dificultades que enfrentan es impresionante. "Me sorprende que, a veces, su fe es más fuerte que la mía. Ellos me enseñan a no tener miedo y permanecer fuerte. Cuando los veo hablando de la Biblia, eso llena mi corazón de alegría ", dijo.
* Nombre cambiado por seguridad.
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