Día 30: En medio del caos, ofrezca amor y esperanza

Llevado por el miedo, uno de los marineros se arrastró hasta la popa para llamar al hombre que se encontraba durmiendo. ""¡Sálvanos! ¡Vamos a morir todos ahogados!"" El hombre se despertó para enfrentar a la tormenta que amenazaba al pequeño barco y la vida de sus discípulos en el Mar de Galilea. Jesús de Nazaret extendió sus manos para la tempestad y, con la autoridad de la creación, el Príncipe de Paz ordenó ""¡Silencio! ¡Cálmense!""

Los comandos de Jesús son oídos hasta hoy por los cristianos, que prefieren oír la voz del Maestro a las voces del odio y de la violencia de este mundo. En 2007, en una pequeña franja de tierra conocida como Franja de Gaza, en el centro de las turbulencias más grandes del mundo, hombres armados y enmascarados en dos carros se dirigieron hasta la librería donde se encontraba un guardia nocturno.

Obligando al guardia, a entrar en el vehículo, ellos condujeron hasta un lugar remoto en el norte de Gaza, donde lo golpearon fuertemente y le exigieron la llave de la librería. Cuando descubrieron que el guardia no tenía la llave, ellos lo dejaron y retornaron para la tienda donde, a las 2:30 de la madrugada, detonaron bombas.

El director ejecutivo de la Sociedad Bíblica Palestina, Labib Madanat, describió el ataque a la librería cristiana en Gaza como mucho peor que los anteriores, pero, con un espíritu renovado y gran empeño él contó: ""Inmediatamente, los equipos comenzaron a limpiar la librería, determinados a terminar lo más rápido posible para permitir el funcionamiento de la misma lo más pronto posible, con el objetivo de continuar ministrando a más personas.""

Madanat añadió: ""Nosotros tenemos tanto amor por el pueblo de Gaza que será necesario una gran cantidad de odio para sacudir el amor que este equipo tiene por ellos.""

El caos y el conflicto cotidiano dominan la vida de los palestinos que viven en la Franja de Gaza. Por este motivo, los cristianos miembros del equipo de la librería demuestran abiertamente su amor – y la esperanza de paz – para sus vecinos, independientemente de las circunstancias.