Día 28: La fe y la confianza de la Iglesia Perseguida en el Señor

En el segundo piso del Museo de Abgineh (conocido como Museo de Cerámica y Vidrio), en Teherán, en una pequeña sala, se encuentra una colección de botellas de diferentes formas, tituladas apenas con la indicación sprinklers. En el antiguo Oriente Medio, esas botellas eran conocidas como ""recolectoras de lágrimas""; recipientes utilizados para capturar lágrimas derramadas por una mujer cuyo marido estaba en la guerra y que ofrecida, como prueba de su amor, a su regreso seguro.

En tiempos de muerte o problemas serios, los miembros de la familia reunían las lágrimas de todos los presentes y las botellas representaban los dolores de la familia; las lágrimas servían como un mensaje dentro de la botella.

Hace muchos años atrás el rey David estaba convencido de que Dios estaba interesado en sus lágrimas. En el Salmo 56, él escribió: ""Coloque mis lágrimas en su botella – ¿acaso no están ya registradas en tu libro?"" David sabía que Dios veía todas las lágrimas rodando de su rostro, y a pesar de los sufrimientos y persecuciones, David escogió colocar su confianza en el Señor. ""En Dios confío; no tengo miedo.""

David confiaba que sus lágrimas no habían sido derramadas en vano, sino que fueron recogidas por Dios. Las palabras del Salmo 56 también podrían ser las mismas de los hermanos iranís: ellos sirven a Dios a pesar de las dificultades, como un recordatorio para que nosotros ""recojamos"" sus lágrimas.

Recientemente, Open Doors recibió un presente: una botella ""recolectora de lágrimas"", un recipiente que cargaba no solo las lágrimas de los cristianos iranís, sino el dolor de los cristianos perseguidos en el mundo entero. El pequeño recipiente habla sobre el dolor, las lágrimas y el sufrimiento, pero también habla sobre la fe y la confianza en el Señor. Las oraciones de la Iglesia Libre, como la de Brasil y Chile, son una ofrenda de amor para aquellos que se sacrifican tanto para seguir a Cristo.

Pedido de oración

Ore por el dolor y el sufrimiento, pero también por la fe y confianza de los cristianos perseguidos en el Señor Jesús. Acuérdense de sus lágrimas, sabiendo que, cuando un miembro sufre, todos los miembros padecen con él.