Día 15: Llenos del amor y gracia de Dios

""Cuando el oficial de la policía me llevó por primera vez a la comisaría, fue llevada a una celda muy fría con bancas de hierro. Los guardias se llevaron mi bufanda y abrigo, me dejaron únicamente con el vestido que llevaba puesto. Me recosté sobre la banca fría, estaba temblando, pero aún así comencé a orar. Cuando mi compañera de celda me vio orando, ella también se puso de rodillas y dijo, ‘No puedo soportarlo. Estoy congelándome también.’ Ella comenzó a llorar en silencio"".

""’Dios’, oré, ‘si tú quieres que me congele aquí, que se haga tu voluntad; solo te pido que me des las fuerzas para soportarlo con amor, sumisión y mansedumbre. Sé que tú puedes ayudarme y aun liberarme de esta situación si esa fuese tu voluntad.

""Me recosté nuevamente y, de repente, comencé a sentir mucho calor. Le dije mi compañera: ‘Déjeme colocar mi brazo alrededor suyo. Juntas, nos mantendremos calientes.’ Después de un tiempo, cuando nos transfirieron a diferentes celdas, ella le dijo a todos: ‘Dios mantuvo caliente y abrigada a la tía Zhenya, como ellas me llamaban, y ella me abrigó.’""