Puertas Abiertas • 2 nov. 2021
Lo ocurrido en Afganistán inspira a otros grupos extremistas de Asia a tomar el poder mediante la violencia
Hace una semana, Puertas Abiertas mostró cómo el ascenso al poder de los talibanes en Afganistán podría afectar a los grupos extremistas islámicos en África. Hoy comprenderás el impacto que esto tiene en los grupos asiáticos. Al igual que en el caso de los países africanos, la rápida toma de Afganistán se ha convertido en una enorme victoria para la propaganda islamista y ha proporcionado a innumerables grupos islamistas radicales de Asia y de la región un impulso moral muy necesario y una nueva confianza en que acabarán venciendo.
Ejemplos de ello pueden verse en Bangladesh, donde los medios de comunicación alabaron lo ocurrido en Afganistán. "¡Adelante talibanes, el mundo está esperando por su gobierno!" y "Me alegra ver la victoria del Islam antes de mi muerte. Nunca he sido tan feliz en toda mi vida". Estos comentarios representan sólo dos de las miles de reacciones similares, todas ellas afirmando que el Islam ha ganado.
Mientras los afganos se preocupan por el gobierno Talibán, los ciudadanos de otros países celebran la toma de posesión.
Es fácil encontrar más ejemplos en el sudeste asiático, como en Indonesia. Aunque el grupo extremista Jemaah Islamiyah no ha realizado atentados desde 2011, sigue perjudicando a la población. Se calcula que 1.200 ciudadanos indonesios han viajado a Irak y Siria desde 2014 para luchar y que Jemaah Islamiyah tenía 6.500 miembros antes de que los talibanes tomaran el control de Kabul.
¿Cuál es el papel del Estado Islámico?
Los atentados del 26 de agosto en el aeropuerto de Kabul (Afganistán) demuestran que hay otro grupo yihadista en acción: el Estado Islámico (EI) o, como se denomina en la región, el Estado Islámico Jorasán (EIC). El grupo existe en la región desde 2015 y ha participado en algunos de los ataques más violentos de los últimos años, a menudo contra la minoría hazara. Se cree que hay hasta 5.000 miembros del EI en la región de Asia. Sin embargo, los recientes atentados demuestran que son capaces de cometer hostilidades a gran escala.
Hay una serie de escenarios posibles que podrían desarrollarse en los próximos meses y años en relación con el Estado Islámico y todos traen poco consuelo a los cristianos en Afganistán y en toda la región. Los talibanes no son una organización uniforme, por lo que es probable que los miembros descontentos y los grupos que consideran que su gobierno no es lo suficientemente islámico se unan al EI, reforzando así la red.
De hecho, el grupo ya ha atraído a varios miembros de los talibanes. Se trata de una amenaza más para el sur de Asia, ya que "Jorasán" se refiere a una región histórica que se extiende hasta los actuales Afganistán, Pakistán e Irán. Como el Estado Islamico está organizado como una especie de sistema de franquicias, es posible que se extienda al sudeste asiático.
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