Puertas Abiertas • 17 oct. 2018
Intercede por nuestros hermanos paquistaníes que se enfrentan a la violencia
Una disputa por una tierra entre moradores cristianos y musulmanes en la zona rural de Pakistán resultó en un ataque a la comunidad cristiana, pero los responsables no fueron acusados. El lugar en cuestión es un pedazo de tierra que pertenece a una iglesia, pero la frontera del terreno es de Mukhtar Hussain, un hombre musulmán. En enero, Hussain presentó una petición a la corte local para cultivar en la tierra. Su pedido fue rechazado, pero el día del ataque, él y otros cinco, incluidos sus tres hijos, invadieron el área con un tractor.
"Cerca de las 10 de la mañana y la mayoría de los hombres habían ido a trabajar cuando los hijos de Hussain empezaron a invadir la tierra", cuenta Bashir Masih, tesorero de la iglesia. Inmediatamente, los cristianos, en su mayoría mujeres y niños, intentaron impedirlos. Hussain, de 70 años, y los demás sostenían maderas y con ellas golpearon a dos mujeres cristianas, Biqui Bibi, de 35 años, y Nasreen Bibi, de 60 años. Entonces los niños cristianos comenzaron a tirar piedras y una acertó a Hussain en la nariz.
"Los musulmanes inmediatamente difundieron la noticia que Hussain fue asesinado después de que los cristianos lo acertaron con una piedra", cuenta Masih. Unos minutos después, cerca de 50 a 60 hombres y mujeres se reunieron y comenzaron a atacar casas de cristianos. Ellos golpearon a todos los que encontraron, y cuando los cristianos se encerraron en sus casas, rompieron las puertas de entrada y escalaron las paredes. Dentro de las casas, insultaron, golpearon y lastimaron a las mujeres.
Cuando los hombres cristianos fueron informados sobre lo ocurrido, corrieron a las casas e lo informaron a la policía. Pero la gente de Mukhtar siguió golpeando a los cristianos hasta que llegara la policía. El brazo de un niño de 10 años fue roto y dos mujeres fueron agredidas y se les rompieron las ropas.
Ahora, los cristianos, que son en su mayoría analfabetos y trabajan como obreros, dijeron que siguen asustados para hacer una queja oficial a la policía, por miedo de futuros ataques. Cuando al jefe de policía local, Muhammad Idrees, se le preguntó por el motivo de porque los musulmanes no fueron arrestados, Idrees dijo que la policía todavía no había recibido una queja de parte de la comunidad cristiana y no puede actuar sin una queja oficial.
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