Puertas Abiertas • 26 jun. 2020
Adolescente cristiana fue secuestrada y ahora está bajo el poder de un musulmán radical casado y con dos hijos (foto representativa)
Además de luchar contra el COVID-19, una pareja cristiana, que vive en un país asiático con una mayoría musulmana, tuvo que luchar en la corte por la custodia de su hija adolescente. Maria* fue secuestrada por tres hombres armados mientras se dirigía al trabajo. Algunos vecinos presenciaron el incidente y se lo dijeron a los padres de la niña. Fueron a la estación de policía más cercana en busca de ayuda, pero la policía se mostró desinteresada en investigar el caso. Sin embargo, con la presión de los medios locales y los manifestantes, las autoridades decidieron resolver el crimen.
Luego, descubrieron que María fue secuestrada y maltratada por algunos colegas de la fábrica donde trabajaba, pero solo uno de ellos fue arrestado. Tres días después, la adolescente apareció en la corte para contar lo que sucedió. “Ella dijo que fue con el secuestrador con consentimiento. Además, también habló en su nombre y le pidió al juez la liberación del hombre”, dice un socio local de Puertas Abiertas. “La joven también estaba dispuesta a acompañar a su secuestrador, un musulmán casado y con dos hijos”.
En Nigeria, secuestrar a las niñas cristianas también es una práctica común
Como resultado del testimonio de María, el juez rechazó la solicitud de sus padres. Sin embargo, parientes cercanos creen que la joven fue amenazada a declarar a favor del secuestrador. “Conozco bien a mi prima. Nunca hubiera ido de buena gana. Ella es una chica amable, pero no tonta. Debe haber sido amenazada con la seguridad de sus padres, de su familia y de otras chicas cristianas en la fábrica”, dice un primo.
El destino de María aún es incierto, sin embargo, Puertas Abiertas ha estado ayudando a la familia a través de asistencia legal. En este momento, las oraciones de los hermanos y hermanas de todo el mundo son esenciales para fortalecer y alentar a los padres de la adolescente cristiana. “Estamos viendo a cientos de cristianos a quienes se les han denegado solicitudes de ayuda. En medio de esta pandemia, no podemos detener el trabajo de Puertas Abiertas, como ayudar a las familias cristianas que fueron atacadas. Sus oraciones son nuestra salvación”, agrega el colaborador.
* Nombre alterado por seguridad.
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