Un pastor del grupo étnico Han visita a cristianos ex musulmanes

Víctor es un pastor del grupo étnico Han en China. Este grupo es el más grande en el país, cubriendo más del 90% de la población. El pastor cuenta cómo fue su experiencia de visitar por primera vez cristianos de origen musulmán y de minorías étnicas en el oeste del país junto con Puertas Abiertas.

Una de las personas a las cual conoció fue un cristiano ex musulmán que enfrentaba gran presión por parte de la familia y de la comunidad local, y pasaba por dificultades financieras, pues no conseguía encontrar empleo. Entonces él cambió a la ciudad vecina y comenzó su propio negocio, con la ayuda de hermanos del grupo étnico. Trabajando juntos, estos hermanos profundizaron la relación y comenzaron a hacer reuniones de cristianos de origen musulmán. La vida espiritual de ellos se desarrolló y comenzaron a compartir el evangelio con los clientes.

Víctor también conoció a una hermana ex musulmana que educó a sus hijos sola porque su marido fue llevado preso. Ella se esfuerza para ser un buen testigo de Cristo. Ella es una discipuladora y quiere comenzar un curso para parejas, con el objetivo de pastorear a las hermanas casadas con maridos no cristianos. Uno de los momentos especiales de la visita fue cuando Víctor jugó con los hijos adolescentes de algunos líderes ex musulmanes de la iglesia. Él pudo oír sus historias y conocer el dolor que ellos enfrentan por vivir en un contexto de severa restricción religiosa. Ellos sienten soledad, la ausencia de los padres presos y la presión de ser buenos cristianos. Después de jugar, uno de los adolescentes le pidió a Víctor el juego, pues él quería mostrárselo a sus otros amigos como un medio de despertarlos espiritualmente.

Mientras jugaba con los adolescentes, otro consejero cristiano conversaba con una mujer que por seis años fue agredida por su marido porque él se oponía a su fe en Cristo. Ella fue abandonada y divorciada por su marido, pero sin ningún odio pudo decirle: ""Te quiero mucho, mi querido esposo, pero yo amo a Jesús"".

""Escuchar esas experiencias fue muy pesado para mí. Como profesor y discipulador, puedo transmitir conocimiento bíblico para ellos, pero la fe de esos hermanos alimenta mi alma "", comparte Víctor. Al volver a casa, estaba claro para él la necesidad de intercesión continua por los cristianos ex musulmanes y también, la necesidad de discipulado. Víctor comenzó a realizar visitas regulares para animar y fortalecer a estos hermanos. Por eso, él decidió convertirse en un colaborador de Puertas Abiertas, y así poder visitarlos y servirlos.

Además de las visitas, ellos también hicieron un retiro de tres días con líderes ex musulmanes de la iglesia local y sus familias. El objetivo era discipular, entrenar y aconsejar. Fue una sorpresa para Víctor darse cuenta de que ya tenían un buen equipaje y que el discipulado era algo familiar para ellos, ya que reciben visitas a corto plazo de vez en cuando.

Entre los 97,2 millones de cristianos en China, sólo unos pocos miles son de origen musulmán. Los que viven en el oeste del país son uno de los grupos más perseguidos, porque el gobierno impone control restringido en esa delicada región para defenderse de ataques terroristas. También enfrentan persecución por parte de la familia, amigos y vecinos.

Para fortalecer a estos hermanos, Puertas Abiertas ofrece cursos relacionados con la persecución, discipulado, entrenamiento de liderazgo y material cristiano. Algunos de estos cursos cuentan con la asociación de pastores del grupo étnico Han, que tienen más libertad para viajar a zonas remotas y se adaptan más fácilmente a la cultura de las minorías étnicas. Ore por nuestros hermanos ex musulmanes en China y también por todo el trabajo de Puertas Abiertas con ellos.