Profesora cristiana sufre discriminación en una escuela particular

Rebekkah* es una joven profesora que pertenece a la cuarta generación de cristianos paquistaníes. Hace cinco años que ella da clases para niños de 3 a 6 años en una escuela particular en un país del Golfo. A lo largo de los años, ella hizo amistad con los niños y los padres. Con la ayuda del profesor de música, Mustaq*, también cristiano, ella enseña canciones con un mensaje cristiano a sus alumnos. Esta fue la manera que ella encontró para compartir sobre el amor de Jesús a los niños. Según ella, las músicas abren puertas para hablar del poder de Dios a los pequeños. ""Ellos están muy abiertos para hablar sobre Dios y deseosos de escuchar sobre Jesús"", afirma. Algunas madres discretamente piden que Rebekkah ore por ellas. Una llegó al punto de alertarla de que podría tener problemas. La profesora dijo que nunca fue agredida por enseñar historias cristianas a los niños, porque Jesús es un profeta del Corán. Pero cuando ella habla de Jesús como su Salvador, la cosa cambia totalmente.

Como los cristianos son considerados ciudadanos de segunda categoría, pertenecientes a una casta inferior, los padres ya llegaron a reclamar el hecho de que ella y Mustaq bebían en el mismo grifo dispensador de agua que los niños. Ese año Rebekkah casi desistió cuando uno de sus alumnos dijo que su madre había dado regalos para todos los profesores, excepto a ella. ""Mi madre dijo que usted es una kafir. ¿Es cierto?"", preguntó el niño. Kafir significa una persona que blasfema contra los pilares de la fe y, por lo tanto, es considerada inmunda. Escuchar eso de un niño, que ella había tomado de las manos, para enseñarle a escribir rompió su corazón. ""Yo soy una mujer digna en Cristo, pero en mi país, era considerada una esclava por causa de una ideología que era falsa, pero masivamente enseñada día tras día a millones de personas"", lamenta la cristiana.

Algunos días después, la dirección de la escuela pidió a Rebekkah que cambiase de clase con otro profesor. Ella sabía que era un pedido de algún padre por considerarla inferior. ""Como cuando yo era niña, más de una vez, los valores y la visión de una niña musulmana tenía más poder en la escuela. La única diferencia es que ahora soy la profesora. Pero, aun así soy kafir"". Esa es la realidad enfrentada por cristianos en toda la región del Golfo. Ellos saben que por más que estudien y que logren el más alto nivel de graduación, siempre serán considerados indignos, nacidos en la casta equivocada, blasfemos, en fin kafirs.

Por generaciones, los cristianos eran considerados los precursores en la educación y enseñanza en esta región del Golfo, pero en los últimos 40 años, las cosas cambiaron y los cristianos son cada vez más marginalizados por causa de la nacionalización. Uno de los motivos es que muchas escuelas cristianas fueron tomadas por el gobierno, lo que llevó a toda una generación a perder el contacto con los profesores e influencia cristiana. Como resultado, muchos olvidaron que los cristianos son parte de la nación y no apenas barrenderos. ""Solamente hay una manera de librarnos de los ataques de odio diarios: tirar la toalla y tornarse musulmán. Pero eso yo nunca lo voy a hacer. Nunca lo voy a hacer"", dijo Rebekkah con una sonrisa entre lágrimas en su rostro.