La realidad de una de las ""mujeres del Boko Haram""

Hasta octubre de 2015, Ester * llevaba la vida normal de una niña de 17 años en Gwoza, en el estado de Borno, Nigeria. Ella estudiaba y cuidaba a su padre, que era viudo. Pero todo cambió cuando el Boko Haram atacó su ciudad. Militantes rodearon su casa y la llevaron a la fuerza. La última escena que vio, antes de ser llevada, fue la su padre siendo abaleado y dejado muerto en el suelo.

Los rebeldes llevaron a Ester y un grupo de niñas a un escondite en el bosque de Sambisa y usaron todos los métodos para hacerlas renunciar a la fe cristiana y convertirse al islam. Primero, ellos les ofrecían privilegios y regalos, pero cuando no funcionaba, comenzaban las amenazas e intimidaciones. Muchos de ellos querían casarse con Ester, pero ella no cedió.

Cuando se acuerda de cómo era continuamente abusada, ella no puede sostener las lágrimas, al decir: ""No sé cuántos hombres me agredían. Cada vez que volvían de los ataques, ellos abusaban de nosotros "". Ella continúa: ""Conforme los días pasaban, me odiaba más y más. A veces creía que Dios me había abandonado y que Él estaba enfadado conmigo. Pero aún así no podía renunciar. Y luego recordaba que Él me prometió que nunca me dejaría ni abandonaría.

En noviembre de 2016, el ejército nigeriano logró localizar y rescatar a Ester y a las otras niñas.

Pero cuando llegaron a casa, fueron recibidas con hostigamiento y burlas, y llamadas de ""mujeres del Boko Haram"". Cuando Ester volvió para casa, estaba embarazada y fue muy despreciada, incluso por sus abuelos. ""Ellos me insultaban; pero lo que más partía mi corazón es que ellos se negaban a llamar a mi hija por su nombre, Rebeca, y se referían a ella como ""Boko"", recuerda la cristiana.

Desde su regreso, ella pasa por asesoramiento post-trauma con la ayuda de las Puertas Abiertas, lo que la ha ayudado a lidiar con su rabia, dolor y vergüenza. Ella dice que ahora puede perdonar a sus enemigos. A pesar de haber pasado un año, la gente todavía tiene dificultades para aceptar Ester y Rebeca, pero también notaron cambios en la joven madre. Ahora ella se siente bien consigo misma y con la hija y, ante todo lo que pasó, admite que Rebeca es su ""alegría y risa en medio de la tristeza"". Hoy madre e hija viven en la casa de los abuelos de Ester. Ella no está estudiando ni trabajando oficialmente, pero trabaja en una hacienda. Puertas Abiertas también las ayuda con alimentación.

Desde que surgió, en 2009, el Boko Haram ha usado de violencia para obligar a las personas a convertirse en musulmanas. Un informe de las Puertas Abiertas concluyó que los ataques del Boko Haram a comunidades cristianas no son aleatorios, sino que parte una campaña calculada para intimidar a la población a convertirse al islam.

Las acciones del grupo son la mayor causa de muertes y desplazamiento en Nigeria, y ya ha hecho más muertos que el Estado Islámico. La ONU estima que 2,5 millones de personas (incluyendo 1,5 millones de niños) ya han sido desplazadas desde mayo de 2013. En julio, UNICEF había estimado que más de 2,7 millones de niños afectados por los conflictos necesitaban apoyo psicológico. La violencia contra las mujeres también ha aumentado considerablemente. No te olvides de ellas en tus oraciones. Clame también por la vida de Ester y Rebeca, que encuentren en Dios todo lo que necesitan.