¿Cómo viven los cristianos en Tayikistán?

Tayikistán es uno de los países más pobres de Asia Central. Su cultura es muy parecida a la de Irán, incluso la lengua oficial, derivada del persa. La religión oficial es el islamismo.

Por 800 años, en Tayikistán el cristianismo convivió pacíficamente con el islamismo, entre los siglos 6 y 14. Luego el cristianismo fue prácticamente erradicado, y solo volvió a partir de 1991, cuando el país fue independiente de la ex- Unión Soviética. En ese año, la iglesia nativa que contaba con unos pocos miembros, creció a tres mil, todos ex-musulmanes.

Actualmente contando a los cristianos ortodoxos rusos, protestantes, cristianos históricos y varias denominaciones representadas, el número de cristianos en Tayikistán llega a 62.200. Pero ese número representa menos del 1% del total de la población que es de 8.8 millones. Gran parte de ellos frecuenta la iglesia en los hogares y son activos en la evangelización. Aunque enfrentan presión de dos bandos. Tanto de la base comunista del gobierno, quien no permite presencia de iglesias en el país; como también de la mayoría musulmana, que oprime a cualquier musulmán que se convierte al cristianismo.

Respecto al año 2016, la presión a los cristianos disminuyó ligeramente, pero aún es considerada alta, principalmente dentro del contexto familiar y de la comunidad. El país pasó del puesto 31° en la Lista Mundial de la Persecución de 2016 al puesto 35° en 2017.

El ambiente social es tenso para quien decide seguir a Cristo. No están permitidas las actividades religiosas fuera del contexto estatal, además están controladas por el gobierno. También son comunes las agresiones a la minoría cristiana.

 

Pedidos de oración 

• Intercede por la iglesia en Tayikistán, para que la fe de los cristianos sea cada vez más fortalecida

• Pide para que tengan entrenamiento de líderes y así puedan estar aptos en el servicio y edificación de la iglesia.

• Clama para que la iglesia continúe creciendo y que haya muchos convertidos

• Ora para que sean libres de todo miedo y permanezcan firmes aún en medio de la persecución