Cristianos mueren trabajando por la paz en Kabul

Hannelie Groenewald regresó a casa un sábado por la tarde, al salir de la clínica donde trabajaba, para encontrar los cuerpos de su hijo Jean-Pierre (17), la hija, Rode (15) y de su esposo Werner siendo llevados en ambulancias. Todos habían recibido disparos.

Werner Groenewald y sus dos hijos adolescentes fueron asesinados en la posada donde vivían en el distrito occidental Karte Seh, de Kabul, juntamente con un funcionario afgano de la organización Partnership in Academics and Development (PAD).

Además de matar a la familia, los tres militares del grupo radical Talibán, incendiaron la casa. Nada restó a Hannelie a no ser la ropa que estaba vistiendo. Todos los documentos de la familia y otras pertenencias fueron quemadas.

En un mensaje de Twitter enviada por el porta-voz del Tabilán, Zabiullah Mujahid, el grupo islámico que lucha por el control político de Afganistán afirmó que el complejo del PAD estaba hospedando a “un grupo misionero cristiano en secreto”.
 
Pero la alegación fue refutada por miembros del gobierno afgano: “Ellos pensaron que Werner era un misionero intentando convertir a musulmanes al cristianismo, pero Werner no era. Él era un agente en defensa de los Derecho Humanos, cristiano, trabajando en pro de Afganistán. Él hizo un gran trabajo”.

En un post en su perfil de Linkedin, Groenewald había escrito: “Yo soy un agente de mudanza. En toda oportunidad en la cual yo vea que puedo hacerlo,  intento influenciar a las personas con mudanzas positivas. Tengo gran paz en mi corazón por saber que he contribuido para el avance en la vida de otra persona”.

Una declaración publicada posteriormente al incidente en el PAD, en Redlands, California, confirmó el compromiso continuo del grupo de continuar su trabajo humanitario, a pesar del “sacrificio altruista” de la vida de sus funcionarios: “Nosotros honramos su compromiso con el pueblo de Afganistán. En medio de este ataque, PAD continua comprometida con la entrega de recursos educativos para los ciudadanos afganos para que ellos se vuelvan parte de la comunidad internacional”.