Cristiano es asesinado por tener la marca de la cruz en Egipto

El 13 de Enero de 2018, Bassem, cristiano egipcio de 27 años, regresaba a casa después de un día de trabajo, en El Arish, capital de la provincia del norte del Sinaí, en Egipto, cuando fue abordado por tres hombres armados. Él estaba con su hermano, Osama, y su vecino, Mohamed. Osama cuenta que cuando se acercaron, él pensó que eran policías, pues estaban armados. "Ellos le pidieron a Bassem que les mostrase su brazo derecho y, cuando vieron que tenía un tatuaje de la cruz, le preguntaron: ‘¿Eres cristiano?", relata Osama.

"Sí, soy cristiano", Bassem respondió. 

Los hombres armados hicieron lo mismo con Mohamed, pero él no tenía tatuaje, y lo liberaron. En el caso de Osama, el tatuaje estaba gravado sobre la mano, y no en la muñeca, entonces ellos no lo vieron, porque la manga de su camisa lo cubrió. En Egipto, es muy común que los cristianos tengan una pequeña cruz tatuada en la muñeca o en algún lugar de la mano. "Ellos disparon dos veces en el suelo cerca de mis piernas y me dijeron que fuera de ese lugar", relata Osama.

"Cuando mi hermano les dijo que era cristiano, le dispararon en la cabeza. No podía creer lo que estaba sucediendo. Mi hermano cayó en el suelo y no pude hacer nada para evitarlo"

Osama corrió para buscar ayuda. Sus piernas no le respondían por causa de la conmoción. Su madre se desmayó cuando supo de la noticia. 

LA PERSECUCIÓN A LOS CRISTIANOS ES COMÚN EN LA REGIÓN

Cuando un amigo de Bassem, Milad, se enteró de lo ocurrido, llamó al celular de su amigo. "Los terroristas atendieron, dijeron que pertenecían a la Provincia del Sinaí (grupo vinculado al Estado Islámico) y prometieron matar a más cristianos", relata.

Después de una secuencia de asesinatos en Alarixe el año anterior, muchas familias se mudaron a las ciudades de Ismailia o Suez. En marzo del año pasado se estima que 70% de las 160 familias cristianas de El Arish dejaron la ciudad.

"La esperanza y el sueño de un día volvemos a nuestras casas en El Arish se ha vuelto aún más difícil después de este incidente", afirma Milad, que también se trasladó a Ismailia.

Osama relata con tristeza: "Perdimos a una persona muy amada en nuestros corazones. Mi hermano era un hombre muy bueno. Siempre estaba leyendo su Biblia u orando y tenía una fuerte relación con el Señor. Él era amado por todos." 

Milad dijo: "Bassem no renunció a la fe y no negó a Jesucristo. Él no temió la muerte. En verdad, él no murió, ganó la verdadera vida en el cielo, con Jesús". Oremos por la familia de Bassem, demos gracias a Dios por guardar la vida de Osama y clamemos por la Iglesia Perseguida en Egipto.

DECIDE SER #UNO CON ELLOS

En el mes de Semana Santa, los cristianos perseguidos son más vulnerables y propensos a sufrir algún tipo de ataque por su fe. Por ello, te invitamos a orar e actuar de forma práctica en favor de ellos. ¡Sé Uno Con Ellos hoy!