Puertas Abiertas • 14 sep. 2024
Aún no se sabe cuántos cristianos se han visto afectados por las fuertes lluvias en Corea del Norte
La población norcoreana se enfrenta a fuertes inundaciones, especialmente en las zonas próximas al río Yalu, fronterizo con China. El país, que actualmente ocupa el primer lugar en la Lista Mundial de la Persecución 2024, está haciendo aún más difícil la vida de sus ciudadanos durante esta época de crisis.
En los meses de verano en el hemisferio norte normalmente se producen fuertes lluvias, también en Corea del Norte. Las inundaciones han destruido muchos hogares y el número de personas sin acceso a agua o electricidad sigue aumentando.
Las autoridades norcoreanas han asignado ciudadanos para que formen parte de grupos de ayuda de emergencia y equipos de rescate. Muchas familias han tenido que depender de los niños para que ayuden a salvar las cosechas al tiempo que los hombres han sido enviados a brigadas de movilización. Sin líderes en sus hogares, muchas familias se esfuerzan el doble para proteger sus casas y los pocos recursos que tienen.
Impuesto de cooperación
Cada familia también está obligada a contribuir con 30.000 wones (unos nueve dólares), es decir, su salario de los próximos tres a seis meses, a las unidades de vigilancia de las aldeas, comunidades de 20 a 40 familias, que llevan a cabo las tareas asignadas por el gobierno.
La ”tarifa de cooperación” se abonará también a las escuelas y los centros de trabajo. Esto significa que cada familia pagará dos o tres veces más impuestos de lo que paga habitualmente. Aún no se sabe cuántas familias cristianas se han visto afectadas por la crisis, pero al menos un cristiano ha muerto en las inundaciones. Se trata del padre de un refugiado norcoreano apoyado por Puertas Abiertas.
Mientras tanto, las autoridades norcoreanas siguen inspeccionando los hogares para comprobar que los ciudadanos están cuidando bien los cuadros de los líderes norcoreanos. Esta actitud de las autoridades aumenta la frustración de la población, que ve cada vez con mayor claridad que el Estado no se preocupa por ellos.
En el pasado, los cristianos relataron cómo los esfuerzos del gobierno se dedican a mantener los monumentos y preservar “la gloria de los líderes” en detrimento del pueblo. Los padres que rescatan a sus hijos de las inundaciones en lugar de los cuadros pueden ser castigados, y hay quien sacrifica su propia vida, volviendo a casa, para salvar los cuadros de los "héroes de Corea del Norte".
Todo esto pone de manifiesto la crueldad del régimen norcoreano y la falta de respeto de Kim Jong-un por las vidas humanas. Por favor, ora por nuestros hermanos en la fe norcoreanos.
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