Puertas Abiertas • 6 nov. 2023
Muchas casas, como la de Mazel, quedaron en ruinas
Mazen y su familia de ocho miembros son sobrevivientes del terremoto que sacudió Marruecos este año. La ciudad de Marrakech quedó en ruinas el 9 de septiembre. El dolor persiste, se registra en los escombros de la casa destruida. Pero Mazen intenta seguir adelante, mantiene viva la fe en su corazón y enfrenta grandes desafíos para empezar de nuevo.
Hoy no cuenta con los medios mínimos para mantener a su propia familia como antes. Este fue otro de los grandes cambios que provocaron los temblores. Aunque los temblores destruyeron todo lo que tenía: su casa, su pequeño negocio, sus posesiones y su seguridad, el corazón de Mazen mantiene destellos de esperanza.
Mazen no era un hombre rico, apenas podía permitirse el lujo de poner comida en la mesa y ahora tiene incluso menos de lo que tenía. Pero tiene en abundancia lo que no se le puede quitar: la fe en Jesús. De esta manera podrá recuperarse y dar un paso más para superar los desafíos cotidianos provocados por la crisis.
Paciencia y fe para empezar de nuevo
Los ojos del cristiano revelan el dolor y el miedo que tiene que afrontar en este período de crisis. Aun así, afronta la situación con resiliencia, paciencia y fe. Mazel es un padre dedicado que ha pasado su vida esforzándose por garantizar el bienestar de su familia y que fácilmente renuncia a sus propias necesidades para proteger a sus seres queridos.
Además de los efectos del terremoto, Mazel se enfrenta a un desafío en particular. Tiene problemas de visión. El ojo izquierdo del cristiano solo ve oscuridad y su ojo derecho también tuvo una pérdida considerable de visión. Pero no se deja vencer por la amargura. Día tras día, continúa superando el dolor y la discapacidad para mantener a la familia que tanto ama.
Refugio en tiendas de campaña
Como muchos marroquíes, Mazen no imaginaba los efectos que tendría el terremoto. En apenas unos segundos, perdieron todo lo que tardaron años en conseguir. Actualmente, la familia Mazen vive en una pequeña tienda de campaña. Allí oran diariamente no solo por su propia casa, sino por todas las víctimas del terremoto.
La familia de Mazen necesita atención urgente, pero el mayor deseo del cristiano es encontrar un trabajo o poder reconstruir la pequeña tienda con la que vivía su familia. También necesitan un alojamiento temporal adecuado mientras se reconstruye la casa.
Más que nunca, Mazel y otros cristianos marroquíes dependen completamente del Señor y necesitan nuestro apoyo en la oración, al igual que otros cristianos perseguidos y afectados por los terremotos en Marruecos.
Ayuda a quienes más lo necesitan
Puertas Abiertas opera en más de 60 países con la misión de satisfacer las necesidades de la Iglesia Perseguida. Con una donación apoyas esta obra con comida, agua, Biblias, capacitación y otras necesidades de emergencia para nuestra familia en la fe perseguida.
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