Puertas Abiertas • 18 ago. 2020
Khalid fue expulsado de la casa de su familia por amor a Jesús, hoy es un hombre independiente que mantiene a su familia.
Los cristianos ex musulmanes pierden más que amigos y apoyo de la comunidad cuando deciden seguir a Jesús. Muchos son excluidos de su propia familia, de quienes se espera el amor incondicional. Khalid vivió las dificultades de ser rechazado por sus familiares en Etiopía, pero con la gracia de Dios y el apoyo de Puertas Abiertas, logró sobrevivir de manera digna a pesar de la persecución.
El camino para encontrar a Jesús fue arduo y lleno de dudas. “Creía que el cristianismo era una mentira, porque no se puede ser Dios y ser humano al mismo tiempo. ¿Cómo podría un Dios venir a la tierra, nacido como ser humano, y salvarnos? ¿Por qué no nos salvó del cielo? ”, Preguntó Khalid. Pero por el testimonio de un amigo, los ojos del etíope se abrieron y creyó en Jesús como el hijo de Dios.
Khalid quería saber más sobre la Biblia, por lo que comenzó a estudiar junto a un pastor en la ciudad donde vivía. Después de tres meses, el cristiano se bautizó y fue a la iglesia. "Todas mis preguntas fueron respondidas y me convertí en un hombre libre", explica. Pero la libertad espiritual tenía un precio: la indignación de sus familiares. "Dijeron que traicione a la familia y la fe. Me obligaron a irme de casa, se negaron a darme comida y refugio, e incluso fui amenazado de muerte", recuerda.
Una nueva familia
Los familiares del cristiano pensaron que cambiaría de opinión cuando enfrentara el hambre y la falta de vivienda. Pero Khalid mantuvo su confianza en Dios, se mudó a otra ciudad y experimentó la provisión diaria de su padre celestial. “Gracias a otros cristianos, sobreviví. Estuve triste por un tiempo, pero cuando conseguí estos amigos, me dieron comida y un lugar para quedarme ”, dice.
Sin embargo, el cristiano ex musulmán quería más que depender de los hermanos y hermanas de la iglesia: "Es difícil sobrevivir sin trabajo. Nadie me daría un trabajo de verdad. Otros cristianos me apoyaron con comida y ropa". Participó en un proyecto de generación de ingresos en Puertas Abiertas, obtuvo un microcrédito y abrió un mini-mercado, ahora mantiene a su esposa e hijos, y también genera empleo a través del cultivo de cebolla y maíz.
Pronto, la forma en que fue bendecido atrajo la atención de familiares, quienes anteriormente lo odiaban. Hoy tiene la oportunidad de presenciar el amor de Dios por ellos. Por supuesto, todavía tiene otras preocupaciones, pero no se deja golpear, porque sabe que puede confiar en el Señor.
¡Envía esperanza a los cristianos ex musulmanes!
Debido a la opresión islámica, la conversión de un musulmán a la vida cristiana puede estar marcada por muchos desafíos. Solo a través del discipulado pueden crecer en la fe y descubrir su papel en el cuerpo de Cristo. ¡Tú puedes ayudar! Tu donación permite que un cristiano ex musulmán sea discipulado.
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