Conoce el precio de la cruz en Egipto

Los cristianos en Egipto son objeto de severas persecuciones durante siglos. Prueba de ello es que exactamente hace cinco años, 49 cristianos murieron y más de 110 resultaron heridos en el atentado contra dos iglesias el Domingo de Ramos, que precede a Semana Santa. El grupo Estado Islámico asumió la responsabilidad de los atentados contra las iglesias de Tanta y Alejandría. A pesar de ello, la iglesia sigue firme, haciendo brillar el amor y la misericordia de Jesús en un país que no los acepta bien. Es posible encontrar en el país muchos cristianos con historias que inspiran nuestra fe. Conoce a dos de ellos.

Boutros: La cruz está en mi corazón

En una iglesia al interior de Egipto, conocimos a Boutros, un anciano que barría el suelo de la iglesia. Se detuvo cuando pasamos junto a él: "¡Jesús es el rey!", dijo con los ojos brillando y el dedo señalando el cielo. También mostró con orgullo la cruz que lleva tatuada en la muñeca. 

Pero no es el único con un tatuaje de una cruz. Muchos cristianos egipcios, incluidos los niños, llevan una pequeña cruz en la muñeca o en la mano. Se trata de una tradición que se remonta a los tiempos de la extrema persecución: de esta manera, un niño cuyos padres fueron asesinados en el pasado, recordaría por causa de este tatuaje de la cruz, que era cristiano.

"Esa cruz es una forma de ser agradecidos a Dios. Doy gracias por ser cristiano. Soy cristiano, soy un hijo de Dios: el hijo del Rey. Pero lo más importante no es la cruz en mi muñeca, sino la cruz en mi corazón. Cristo en mi corazón", explica Boutros señalando su muñeca.

El cristiano es muy consciente de la hostilidad hacia los cristianos en Egipto, pero esto no le quita el entusiasmo por Jesús: "Cuando alguien me pregunta: "¿Eres cristiano?", yo digo: "¡Sí, lo soy! ¿Qué puedo encontrar fuera de la fe cristiana? No hay nada fuera de Cristo".

Mahrousa: No tengas miedo a la persecución

El hermano de Mahrousa, Bassem, se convirtió en un ejemplo de fe para toda la familia

Bassem, de 27 años, fue una de las personas asesinadas sólo por levantar la muñeca con la cruz. Este afirmaba que era un cristiano que vivía en El Arish, una ciudad llena de extremistas islámicos.  Mahrousa, la hermana mayor de Bassem, conserva una foto de el, en un lugar destacado del salón de su casa.

"La última vez que hablé por teléfono, le dije ¿Por qué sigues allí?. Me respondió que no podía dejar su trabajo como profesor de niños en la escuela dominical. Me preguntó por qué estaba tan asustada  "¡Si muero por Cristo es un privilegio!".

Cuando Mahrousa recibió la noticia de la muerte de Bassem, su mundo se derrumbó: "Me quedé en shock, empecé a gritar y a llorar. Que Dios me perdone, pero hablé muy mal, casi todo el mundo, incluso sobre Dios".

Aunque el corazón de Mahrousa aún está sufriendo, su ira pasó. Los sentimientos fueron sustituidos por un respeto hacia su hermano, además de una fe valiente. "Aunque Bassem era nuestro hermano menor, fue él quien fortaleció mi fe y la de mi hermano y mi hermana. Se convirtió en un ejemplo para nosotros". 

Uno con Ellos 

La mejor manera de expresar nuestro apoyo a los cristianos que enfrentan esos ataques violentos, es ayudarles en el momento que más necesiten. Por eso tu donación hace la diferencia. Tú puedes ayudar a suplir las necesidades físicas de los cristianos víctimas de ataques en Sri Lanka, por medio de la ayuda práctica. Haz la diferencia!