Compartiendo el Evangelio con los pueblos no alcanzados

Chuni amaba su casa en la montaña; era linda. Pero, tanto ella como su amiga Nadeen sabían que Dios había colocado en sus corazones una aldea no alcanzada por el evangelio. Ellas deseaban ir y compartir la Palabra de Dios con las demás personas, pero sabían que el lugar era controlado por extremistas anti-cristianos, y esto representaba un gran desafío. A pesar de los peligros, las dos mujeres estaban preparadas para viajar por el difícil camino que las conduciría hasta la aldea.

Los vientos fuertes poden ser implacables en estas montañas. Ambas mujeres temían la posibilidad de ataques de extremistas religiosas de los cuales no podrían protegerse en caso de ser descubiertas. Ninguna de las dos tenía educación formal. Eso les hacía pensar que explicar las verdades bíblicas a otros sería una tarea difícil. Pero ninguno de los obstáculos las detuvo; ellas decidieron ir de cualquier manera. El Señor bendijo a Chuni y Nadeen por su esfuerzo y osadía. Hoy, un pequeño grupo de nuevos cristianos se reúne regularmente para orar.

• Ore para que los nuevos convertidos en esta aldea sean fortalecidos y puedan permanecer firmes en la fe.

 

• Interceda por los hermanos alrededor del mundo que, así como Chuni y Nadeen, se esfuerzan por compartir el evangelio con aquelllos que aún no conocen a Dios.

 

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