Puertas Abiertas • 29 ago. 2018
Marco y Mina
En la primavera de 2017, Mina y su hermano Marco vieron a su padre morir en frente de sus ojos. Él eligió morir en vez de negar a Jesús.
Puertas Abiertas los visitó recientemente en su aldea, cerca de Minia, zona rural de Egipto y, para sorpresa de todos, los adolescentes los recibieron con una gran sonrisa en sus rostros. Su madre nos contó que ellos recuperándose de la triste pérdida: "Los chicos están bien. Ellos juegan mucho fútbol y el ejercicio los ayuda a procesar lo que pasó", dijo Hanna.
Marco continúa el trabajo de su padre, construyendo campanas para las iglesias. Antes, el hermano menor acostumbraba a unirse a él ya su padre, pero ahora ya no lo hace. "Ellos quieren tener siempre la certeza de que al menos un hombre estará en la casa conmigo y las hermanas", explicó la madre. Los chicos tuvieron que lidiar con muchas dificultades emocionales. Ellos ya no podían concentrarse en la escuela y se retrasaban mucho para entregar los trabajos escolares.
Pero, poco a pocos, las cosas fueron mejorando y los chicos, ahora, los chicos comienzan a soñar de nuevo. Marco quiere convertirse en un ingeniero y Mina, en policía. "De esta manera podré proteger a los cristianos y prevenir los ataques como lo que le pasó a mi padre", explica Mina. A pesar de todo lo que sucedió, los chicos siguen orgullosos de su padre y de lo que él hizo. Ellos sienten su falta, pero saben que tomó la decisión correcta. En el exterior de la casa, muestran una vez más la camioneta de su padre. Además, la calle en la que viven recibió el nombre de su padre, dándoles una razón más para que nunca lo olviden.
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