Puertas Abiertas • 27 abr. 2022
Los que no han perdido a sus seres queridos por la violencia se desplazan por todo el país a causa de ella
La violencia de los extremistas islámicos castigó a Nigeria en los últimos años. Desde enero hasta finales de marzo de 2022, 1.900 nigerianos fueron asesinados durante los ataques de los yihadistas. Según el análisis de la empresa de investigación SBM Intelligence, la región más afectada por el terrorismo fue el Noroeste, con 782 muertes, luego viene el Noreste, con 441, y después el Centro Norte, también conocido como Cinturón Medio, con 425 personas asesinadas.
Los atentados fueron perpetrados por grupos radicales como Boko Haram y la Provincia del Estado Islámico en África Occidental (ISWAP), extremistas fulani, delincuentes y bandas violentas. Sus acciones han contribuido a que 8,4 millones de nigerianos de la región nororiental necesiten ayuda humanitaria y unos 4 millones se enfrenten a una crisis alimentaria, asegura la ONU.
El 19 de abril, al menos 20 personas murieron o resultaron heridas en un atentado del ISWAP en un mercado de Iware, ciudad del este de Nigeria. En un comunicado publicado en Telegram, el grupo radical dijo que "soldados del califato en el centro de Nigeria" atacaron "una reunión de cristianos infieles", informó Reuters. A primera hora del domingo, extremistas fulani atacaron diez comunidades del estado de Plateau, en el centro-norte de Nigeria, matando a más de 150 personas.
Unen fuerzas para el mal
Según el director de investigación de Puertas Abiertas, los recientes atentados contra un tren que viaja desde Abuja y el aeropuerto internacional de Kaduna, así como los enfrentamientos con las fuerzas gubernamentales, indican la colaboración de distintos grupos violentos. "Parece que el país tiene que enfrentarse ahora a un poderoso monstruo de tres cabezas, ya que Boko Haram, el ISWAP, los extremistas fulani y los delincuentes actúan evidentemente en cooperación entre sí".
Tras los asesinatos masivos en Plateau, el Ministro de Información del Estado, Lai Mohammed, dijo a los periodistas que los ataques eran el resultado de "una especie de apretón de manos impío entre los bandidos y los insurgentes de Boko Haram".
Aunque la violencia afecta a todo el mundo, los cristianos suelen ser un objetivo específico debido a su fe. Este año, Nigeria subió dos puestos en la Lista Mundial de la Persecución 2022, siendo ahora el séptimo país donde los cristianos sufren más violencia en el mundo.
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