Puertas Abiertas • 30 oct. 2020
Adicionalmente, se registraron otros incidentes en la ciudad de Aviñón y Arabia Saudita, que no dejaron víctimas (foto: AP Foto/ Daniel Cole)
El pasado jueves, alrededor de las 9 am horario de Francia, un extremista con un cuchillo invadió la Basílica de Notre Dame, en el centro de Niza, en el sureste de Francia. El ataque dejó varios heridos y tres personas murieron. Una de las víctimas fue la brasileña Simone Barreto, que vivía hace 25 años en Francia. El atacante fue arrestado y, según funcionarios locales, se atribuyó la responsabilidad del ataque como un acto en defensa de la fe islámica. El procurador general francés Jean-François Ricard confirmo que el agresor es un ciudadano de Túnez que entró al país viniendo de Italia.
Los fiscales encargados de combatir el terrorismo en el país abrieron una investigación contra el autor por "Asesinato e intento de homicidio relacionado con un acto terrorista y asociación terrorista". Creen que la motivación fue religiosa. Además de esto, se registraron otros incidentes contra franceses en la ciudad de Aviñón y Arabia Saudita, que no dejaron víctimas. Todavía no hay informes de que estos ataques estén relacionados con lo ocurrido en Niza.
“Estamos impactados por esta noticia y oramos por las familias de las víctimas. Parece que estos ataques posiblemente estén relacionados con las caricaturas de Charlie Hebdo, pero estamos esperando los resultados de las investigaciones”, dice una representante de Puertas Abiertas en Francia.
Según la representante, el contexto internacional es tenso y ocasionó un incentivo para que Francia fuera atacada: “Sabemos que, para los países musulmanes, el Occidente es considerado cristiano. Esto podría explicar la elección de una basílica para cometer este ataque, ciertamente en respuesta a las publicaciones de Charlie Hebdo”, explica la líder cristiana.
Aunque se han producido algunos ataques radicales en territorio francés en los últimos 10 años, el país aún no tiene índices para ser clasificado en la Lista Mundial de Persecución. Sin embargo, la portavoz dice que es necesario estar alerta. “Como cristianos, podemos ser objeto de ataques y debemos estar preparados. Esto nos lleva a reflexionar sobre nuestro propio compromiso con Dios. La Iglesia Perseguida puede ayudarnos en esto, porque su testimonio nos anima a mantener nuestra fe firme, sin importar las circunstancias”, agrega la representante.
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