Puertas Abiertas • 25 jul. 2019
Calles de la ciudad de Asmara, capital de Eritrea.
Hace poco más de un año, el 8 de julio de 2018, el Primer Ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, realizó una visita histórica pacífica a Eritrea. Pero las esperanzas de una transformación real después de la visita se vieron frustradas por una serie de situaciones, incluida la acción reciente contra los cristianos, probablemente en respuesta a una carta pastoral que pide un cambio duradero.
Los cristianos han advertido que las cosas no han cambiado de ninguna manera para ellos, lo que se puede ver claramente después de los numerosos arrestos de cristianos en el último año, incluyendo el arresto de aproximadamente 140 cristianos hace un mes. Pero otras cosas no han cambiado, como se menciona en un artículo en The Economist el 11 de julio: "El tema más irritante del acuerdo de paz, la demarcación física de la frontera, parece haber terminado en un gran jardín". Las áreas disputadas, como Badme, el pueblo donde comenzó la guerra, permanecen bajo la administración etíope. Las tropas miran en lados opuestos de la frontera".
Para Etiopía, uno de los beneficios del acuerdo de paz fue el uso potencial del puerto de Massawa en Eritrea. Según fuentes internas de agencias de noticias locales, Etiopía envió un borrador del acuerdo comercial a Asmara el año pasado, pero nada sucedió después de ello. Aunque las líneas telefónicas y los vuelos entre Etiopía y Eritrea se reanudaron, Eritrea volvió a cerrar la frontera con Etiopía sin ninguna explicación. Como resultado, los precios de los alimentos han aumentado y los mercados en Asmara están nuevamente inmóviles debido a la interrupción del comercio fronterizo.
Ve este video sobre la realidad en Eritrea:
Gobierno de Eritrea
El gobierno no ha dejado claro si el alistamiento se limitará a 18 meses nuevamente. Además, algunos oficiales dejaron de trabajar. Departamentos como el comercio y la educación permanecen aparentemente vacíos. El presidente de Eritrea, Isaias Afewerki, según se informa, celebró solamente una reunión de gabinete el año pasado. Según fuentes locales, la gente comenzó a quejarse abiertamente del presidente, sin importarse en perder sus comestibles por causa de ello.
En Asmara, hay nuevos graffiti que solicitan el fin del alistamiento. Los panfletos rebeldes impresos en Etiopía, así como dos nuevos canales de televisión vinculados a la oposición en el exilio, están provocando enojo. "Las protestas silenciosas están creciendo", dijo un oficial del ejército a los medios. Posiblemente por miedo, el presidente bloqueó las redes sociales durante semanas, cerró algunos cibercafés y arrestó a personas al azar. También ha aparecido en público con menos frecuencia. Por lo tanto, aunque la frontera ha estado cerrada desde septiembre, más de 60,000 eritreos han encontrado una manera de salir de Eritrea y registrarse como refugiados en Etiopía.
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