Puertas Abiertas • 1 abr. 2016
Hace poco más de un año, Libia fue escenario de escenas impactantes, donde 21 cristianos egipcios fueron decapitados en el borde de una playa, todos con uniforme de color naranja. Aquella fue la primera ejecución colectiva promovida y grabada por el Estado Islámico fuera de Siria y de Irak. Egipto y Libia son países vecinos que comparten la misma persecución religiosa. Egipto está en la posición 22 de la Clasificación de Persecución Religiosa 2016 y Libia en la 10ª. De acuerdo con el asesor de asuntos islámicos de la agencia de noticias Christian Concern, Sam Solomon, siendo él mismo un ex-musulmán convertido a Jesús: ""La sangre de los inocentes volvió el borde del mar Mediterráneo rojo, cuando soldados del Estado Islámico asesinaron a los cristianos, pero eso no debe ser considerado el fin de la historia"".
Según Salomón, estos cristianos sirven de ejemplo para la iglesia libre. ""Ellos nos alientan en nuestro dolor casi insoportable por nuestros hermanos en Cristo y sus familias, pero están poniendo ante nuestros ojos hechos bíblicos. En Apocalipsis 20:4 dice: ‘Entonces vi tronos donde se sentaron los que recibieron autoridad para juzgar. Vi también las almas de los que habían sido decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios’. Hace cerca de 2 mil años, Juan tuvo esta visión para que pudiéramos comprender escenas como estas"", observa el asesor.
El mundo entero fue testigo de la fidelidad de aquellos cristianos, pero aquella escena no fue la única que ocurrió en Libia. Muchos otros ya murieron por amor a Cristo. La divulgación de esta ejecución fue sólo una muestra de la realidad del cristianismo en aquel país. Pero mientras el Estado Islámico esperaba impactar negativamente a los cristianos, generando pavor y odio, la sangre de aquellos inocentes sirvió para regar las semillas de amor plantadas en muchos otros corazones. La victoria de los verdugos fue apagada por las últimas palabras de los mártires, no en susurros, sino en voz alta antes de la muerte: ""Yasouh, Yasouh (Jesús, Jesús)"", mostrando al mundo simplemente una fe inquebrantable. En sus oraciones, recuerde a todos los cristianos que están sufriendo persecución en Libia.
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