Puertas Abiertas • 1 abr. 2016
La intolerancia religiosa se manifiesta de muchas maneras en el norte de África. La oposición a la apertura de iglesias en algunas zonas, el ostracismo (aislamiento o exclusión), rechazo familiar, la intimidación y amenazas de radicales islámicos, la difamación y la falta de respeto, además de la enorme presión en el trabajo. Todas estas son formas de persecución enfrentadas por los cristianos.
Todos los países del norte de África tienen una mayoría musulmana, y en casi todos ellos la religión oficial es el Islam. La historia que usted leerá ahora es de una cristiana de Argelia, llamada Nedjma*. Ella fue amenazada por su propio padre por haberse convertido al cristianismo. ""Un día mi padre dijo: ‘voy a darte 15 días para abandonar tu fe cristiana. Si no la abandonas, no serás más mi hija y no serás parte de esta familia’. Estas palabras fueron un golpe muy duro para mí. Yo siempre tuve una excelente relación con todos mis familiares y mi papá estaba diciendo que no habría más contacto físico entre nosotros"", cuenta la cristiana.
""Mi padre está profundamente enraizado en la versión radical del Islam y tiene ideas salafistas, entonces él nunca va a aceptar mi elección, por eso mantuve mi conversión en secreto durante varios años, hasta que él lo descubrió. En Oriente Medio, los lazos familiares son importantísimos"", dice Nedjma. Cuando ella fue descubierta, ya estaba casada con un cristiano llamado Rafik*. ""Mi padre nunca supo muchas cosas acerca de mi marido y sólo llegó a desconfiar el día que pidió a Rafik hacer una oración islámica con él. En ese momento, mi marido se vio obligado a revelar su verdadera identidad. Fue un momento de tensión, porque siempre tuvimos conversaciones muy evasivas con mi padre cuando se trataba de religión, evitábamos discusiones y nos alejábamos. Pero cuando mi padre le pidió que orara, entonces tuvo que explicar que solo oraba según la Biblia, y en nombre de Jesús. Fue cuando él se volvió hacia mi y me preguntó: ¿y tú también eres una cristiana ahora? Cuando yo dije que sí, mi padre se fue furioso"", recuerda ella.
Siendo parte de un movimiento salafista, que es una línea ultraconservadora dentro del islamismo sunita, el padre de Nedjma habló seriamente sobre el tiempo que le dio a su hija para tomar una decisión. A pesar de que no la amenazó de muerte, él va a seguir el consejo del Imán (autoridad religiosa dentro del islamismo), y con seguridad la pareja sufrirá las consecuencias. Pero ellos ya tomaron la decisión de seguir los caminos de Cristo y dijeron estar dispuestos a pagar el precio. ""Después de que mi padre se fue de la casa, solo volvió dos días después para explicar lo que significa ser un apóstata para el islam. Desde entonces he sido rechazada por él y por toda mi familia. No ha sido fácil y sólo un milagro podrá cambiar esta situación. Nunca vamos a abandonar a Jesús, porque fue él quien nos dio vida y salvación. Vamos a permanecer fieles a él.
*Nombres cambiados por razones de seguridad.
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